Cuando Resident Evil 3 Remake llegó al mercado el pasado 3 de abril, uno de los mayores problemas de la versión de Xbox One X fue la inestabilidad de su frame rate, que rondaba entre los 30 y 50 fps, en vez de los 60 fps esperados tras el fantástico trabajo de Capcom con Resident Evil 2 Remake. Esto era debido a que la resolución nativa del juego era de 4K, pero hace tan solo un par de días se lanzó un parche que soluciona el problema a costa de sacrificar algo de resolución para conseguir 60 frames mucho más estables. El resultado es sorprende, de acuerdo a los expertos de Digital Foundry.
En primer lugar, desde Digital Foundry se muestran impresionados de la rapidez con la que Capcom ha escuchado el feedback y lanzado un parche para solucionar el problema, con apenas una semana de margen tras el lanzamiento del juego. El resultado es asombroso, «entre un 50% y un 70% de mejora» respecto a la versión original del juego en Xbox One X. Para conseguir esto, ha sido necesario bajar la resolución hasta los 2880×1620, en vez de 4K, pero desde Digital Foundry aseguran que la técnica de reconstrucción es tan buena que es difícil apreciar las diferencias en calidad de imagen entre una y otra versión.
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Con este parche, la versión de Xbox One X consigue alcanzar y mantener los 60 fps de manera mucho más estable que en el estreno del juego, incluso de manera superior a la versión de PS4 Pro en algunas zonas. Además, para aquellos que quieran probar la aventura de Jill Valentine antes de decidir la compra del juego, la demo ha sido igualmente parcheada para disfrutar de esta mejora de rendimiento. Si te quedan dudas al respecto, no dudes consultar nuestro análisis de Resident Evil 3 Remake.