Cómo las herramientas están evolucionando a pasos agigantados es algo que no para de sorprendernos en estos tiempos. Pero hay una que parece tener especial protagonismo. Más cuando el CEO de Electronic Arts se muestra esperanzado con la aplicación de la IA en los desarrollos, sabiendo que esto puede tener muchas aplicaciones. Algunas de ellas las hemos visto en determinados test con la propia experiencia de juego. Pero en esta ocasión, parece más centrado en aspectos productivos.
Siendo un momento delicado, incluso para una empresa como Electronic Arts que ha sufrido importantes recortes, cancelaciones y despidos, hablar de la IA y cómo aplicarla para ser más eficientes podría abrir el debate sobre cómo impactará en el ámbito laboral.
El CEO de Electronic Arts se muestra esperanzado con la aplicación de la IA en los desarrollos
Con esta cuestión en mente, es posible que la mala prensa que lleva atesorando la empresa en estas semanas pudiera haber impedido a Andrew Wilson a subirse al escenario en un evento tecnológico. Pero no lo ha hecho y, tal como ha expuesto Insider Gaming, se ha explayado a placer sobre cómo puede servir la tecnología de la IA Generativa para poder sacarle rendimiento en el proceso de desarrollo.
Y parece que está centrado en ver cómo sacarle provecho a esta tecnología, cuando expone que «alrededor del 60%» de todos los procesos de desarrollo de juegos podrían verse afectados positivamente por la IA generativa. Según parece, la idea que plantea Wilson es que gracias a la inteligencia artificial, lo que antes podía tomar seis semanas, ahora podría tomar solo seis días. Para Wilson, esto podría suponer un incremento notable de la eficiencia, y dado lo que está sucediendo con muchos proyectos en su empresa, puede ser algo muy atractivo para el directivo.
De hecho, en ese evento en San Francisco, el máximo responsable de Electronic Arts explicó cómo se está buscando implementar esta metodología en sus proyectos. De hecho, parecen estar muy interesados en la implementación inmediata de la IA generativa en sus desarrollos. Tal como expone, «estamos en la era de la IA generativa, que es la más emocionante hasta ahora por un margen bastante amplio y algo que estamos adoptando profundamente», y señala la aplicación en tres vectores fundamentales «eficiencia, expansión y transformación». Según parece, gracias a la aplicación de esta tecnología, podrían estimar que «la IA podría hacer que la empresa sea más eficiente en un 30%».
Obviamente, el objetivo es llevar los juegos al mercado más rápido sin comprometer la calidad, asumiendo que esto es beneficioso para el propio equipo de desarrollo. Según explica, «parte de eso es cómo logramos que nuestra gente lo adopte y, para los creadores de juegos, Esto es increíblemente emocionante: la capacidad de divertirse más rápido y llegar al mercado más rápido es el Santo Grial para ellos», donde «vemos una verdadera aceptación dentro de nuestra empresa en torno a estas cosas que pueden ayudarlos a alcanzar la grandeza mucho más rápidamente». Para respaldar esta teoría, se ha expuesto un ejemplo con FIFA 23, que es un juego que contaba con 12 «ciclos de ejecución» para los modelos de jugadores, mientras que EA Sports FC 24, el juego más reciente, tiene 1200 ciclos que se lograron a través de IA gen.
Obviamente, se busca una dinámica más eficiente y, con ello, más productiva, que se pueda traducir en beneficios. Wilson señaló que la red de EA de 700 millones de personas podría llegar a ampliarse a más de mil millones de jugadores mediante el uso de IA. Es evidente que esto es un dulce de los que difícilmente amargan a alguien, aunque siempre podemos poner en cuestión ciertas prácticas y si la IA realmente va a ser capaz de sustituir a los creativos.
Antes de que esto suponga ahondar en la mala fama de la típica empresa que busca más dinero de una forma fácil, tenemos que pensar en cuán complejos pueden ser los juegos si no se renuncia a la capacidad que aportan las personas. Tal como ha explicado, la IA puede hacer que cada uno de los empleados pueda producir más. Y cuando miramos los juegos de hoy día y comparamos cómo eran hace 20 años, hay una diferencia en complejidad enorme.
Si la tecnología se emplea debidamente para mejorar el producto sin renunciar a nada, no debería repercutir en la calidad de vida de los trabajadores que se dedican a esta labor. Esperemos que este entusiasmo se traduzca en mejores juegos y no en otras cuestiones personales por las cuales tantas empresas están ahora están siendo juzgadas por la opinión pública.