Hace prácticamente un año, la mayoría de fans de Xbox nos encontrábamos «celebrando» la adquisición de Activision Blizzard por parte de Xbox. Lograr que una de las editoras más importantes de la industria pasaran a formar parte de la compañía parecía una gran noticia para todos, especialmente por los beneficios que eso podría incluir, como por ejemplo la llegada de franquicias como Diablo o Call of Duty a Xbox Game Pass. Sin embargo, parece que no todo está siendo tan bonito como podíamos esperar.
Aunque, por el momento, es cierto que los jugadores hemos salido beneficiados precisamente con la llegada de las franquicias citadas al servicio de Xbox; parece que la compañía se está enfrentando a un nivel de presión mucho más elevado del que estaba acostumbrado. Esto habría provocado una serie de cambios que no solo afectan a Xbox, sino que también está afectando de manera completamente directa al futuro de Activision Blizzard.
El futuro de Activision Blizzard parece mucho más complicado de lo que apuntaba hace un año
En una entrevista realizada hace unos días por Jason Schreier (a través de @TWTHEREDDRAGON), el prestigioso periodista de Bloomberg habló sobre el pasado, presente y futuro de Activision Blizzard. El periodista comenzó su intervención asegurando que, echando la vista atrás, la situación es muy diferente a como empezó siendo la integración de la compañía dentro de Xbox.
«Justo hace un año, en octubre de 2023, ellos cerraron el trato y poco después de que Microsoft cerrara el trato por 69.000 millones de dólares para comprar Activision Blizzard, Phil Spencer cogió un vuelo y fue al Campus de Blizzard, y la gente estuvo haciendo cola para saludarle, hacerse selfies con él, y él estuvo jugando a sus juegos. Fueron a presentarle un PowerPoint y dijo «quiero ver vuestros juegos, quiero jugar a vuestros juegos», y la gente pensó que iban a tener un líder benevolente que llegaba para salvarles de Bobby Kotick».
Sin embargo, la situación cambió drásticamente en enero de este 2024. En esas fechas, Xbox tomó la decisión de eliminar más de 1.900 puestos de trabajo de Activision Blizzard, debido a la «duplicación» de puestos que ya existían previamente. Además, a esos despidos poco después se le sumó la práctica desaparición del equipo de E-Sports de la compañía. Y todo esto provocó un cambio en la forma en la que los trabajadores pensaban de Phil Spencer y Microsoft.
Phil Spencer manda un mail en el que suena como Bobby Kotick, un email que suena como cualquier director ejecutivo diciendo que «debido a las realidades del mercado vamos a tomar la decisión de eliminar 1900 puestos de trabajo», incluyendo muchos en Blizzard, y eso fue devastador para la gente.
Lo peor de todo, es que Schreier señala que, después de que esto ocurriera, nadie sabe que es lo que Xbox está haciendo en estos momentos con su estrategia. Hemos visto como la compañía ya no se muestra temerosa de lanzar algunos de sus exclusivos en plataformas rivales, a pesar de la insistencia de Phil Spencer y Sarah Bond en que sería algo aislado.
Nadie sabe que están haciendo. Están en un punto de crisis real, y como hemos reportado en Bloomberg y mucha gente ha podido ver como algo obvio, es que, irónicamente como resultado de la compra de Activision Blizzard, Xbox siente más presión por sus padres corporativos en Microsoft, que desean ver más beneficios y recortes en gastos. Y hacer todas esas cosas cuando sientes esa presión de tu empresa y de sus ejecutivos ha provocado que nadie sepa realmente cuál es el plan de Xbox para los próximos años. Creo que incluso los altos cargos de Xbox no saben que hacer para los próximos años, y como eso afectará a Activision Blizzard, no tengo ni idea.
Debido a esta falta de visión, Schreier considera que el futuro de Activision Blizzard puede ser incierto, ya que nadie sabe como va a afectar esta situación a la compañía. De hecho, hay que recordar que hace apenas unos días, hubo una nueva ronda de despidos en Blizzard. Por el bien de Xbox y de la industria, lo mejor que puede pasar es que la cosa remonte dentro de poco.