Ha pasado un tiempo desde el lanzamiento del primer juego en años de Bethesda, que prometía revolucionarlo todo. No obstante, muchos se quejaron de que parecía otro Skyrim más. En el estudio siguen confiando en su producto, asegurando que es lo mejor que han hecho. Pero además, Bethesda justifica que no se cambie el motor gráfico en sus juegos asegurando que el motor que se desarrolló para Skyrim es un motor que está perfectamente equilibrado para las experiencias RPG que ellos diseñan. Algo que, en gran medida, ha causado bastante revuelo.
Lo más curioso es que, en la entrevista concedida a Bruce Nesmith, exdiseñador principal de Skyrim y Starfield, ha querido explicar por qué ambos juegos se parecen tanto. Siendo este aspecto algo que ha generado algún que otro dislate en redes, cuando se estaba esperando algo totalmente nuevo. Y lo malo es que no parece que, cara a futuro, vaya a cambiar.
Bethesda justifica que no se cambie el motor gráfico en sus juegos por que es lo necesario para sus juegos
El argumento que ha empleado Nesmiht es que el motor de juego de Bethesda sigue siendo adecuado para el estudio a pesar de su antigüedad. Un requerimiento que se suele aplicar a prácticamente todos los juegos y que, en la mayoría de ocasiones, lleva a los estudios a buscar una solución. Una de las más comunes es el caso de Unreal Engine, cuya última versión la veremos en la mayoría de juegos de Xbox, incluso, en los futuros juegos de la saga Halo. Pero parece que Nesmiht tiene problemas con ese motor gráfico y no parece que sea una solución para Bethesda.
“Podríamos identificar cientos de juegos mediocres que usaron Unreal. ¿Es culpa de Unreal? No, no lo es”, asegurando que incluso ellos han querido probar los beneficios que ofrecería ese motor gráfico. Se basa en que el motor de Bethesda ha sido utilizado para crear algunos de los mejores RPGs de todos los tiempos, también ha evolucionado constantemente. Y es que, no podemos ignorar que, por las circunstancias en las que se vio implicada el estudio, lo que comenzó siendo el Gamebryo, paso a convertirse en el Creation Engine. Un conjunto de herramientas muy potente, pero que para muchos, se ha quedado obsoleta en lo referente a cuestiones técnicas.
Después de Starfield y mirando al futuro que tiene como principal producto el desarrollo de The Elder Scrolls VI, Nesmith asegura que el Creation Engine ha evolucionado para hacer exactamente los tipos de juegos que Bethesda crea y “está perfectamente afinado para ese tipo de juegos”. De este modo, argumenta que no sería ideal cambiar de motor. Es decir, que es mejor intentar evolucionar el motor gráfico, que trabajar en crear uno nuevo o adaptarse a uno que, a día de hoy, es referente. Asumiendo que esto supondría ralentizar el desarrollo, resulta curioso que sus desarrollos no sean precisamente cortos. A día de hoy, seguimos viendo muy lejos The Elder Scrolls VI, donde las pocas veces que se ha citado en los últimos años, no se ha ofrecido ningún avance sobre el mismo.

Es evidente que se lo están guardando para el momento adecuado, pero desde que se anunció en 2018 han pasado 6 años y no se espera hasta, por lo menos, 2026. Es mucho para asumir que no se puede plantear un cambio del motor gráfico. No obstante, una de las grandes virtudes, que se ha intentado convertir en defecto, es sentir el producto de Bethesda como un producto de Bethesda. Starfield es un primer paso al futuro, sabiendo que seguirán trabajando en el motor gráfico para evolucionarlo y, esperemos, que permitan sacar mejor provecho de los recursos de todos los hardwares. No obstante, la pregunta es obvia. ¿Debería Bethesda plantear un cambio de motor gráfico para las nuevas tecnologías?