A nadie le cabe ninguna duda de que BioWare está atravesando uno de los momentos más complicados de su dilatada y exitosa trayectoria. Los responsables de sagas tan importantes como Baldur’s Gate, Mass Effect o algunos grandes juegos de Star Wars ya están trabajando en su nuevo proyecto, que no es otro que el esperadísimo Dragon Age 4. De hecho, mañana mismo la compañía canadiense va a ofrecer detalles sobre el desarrollo y el estado actual de la obra, que todavía parece estar en una fase primeriza, por lo que quedaría un largo periodo hasta poder probarlo en primera persona.
Sin embargo, y conocidos los últimos acontecimientos que han rodeado a BioWare, la pregunta que se plantea es clara y meridiana: ¿es Dragon Age 4 lo que BioWare necesita? La respuesta corta es sí, pero ahora vamos a ello. El estudio norteamericano viene de dos sonados fracasos. El primero de ellos, Mass Effect Andromeda, data ya del año 2017. A pesar de ser una aventura rolera de ciencia ficción, el sucesor de la trilogía del/la comandante Shepard se quedó muy lejos de los estándares de calidad ofrecidos por esos juegos, al tiempo que le envolvía la polémica de las animaciones faciales y otros problemas técnicos.
El intento de volver al estrellato ha llegado en este mismo año con Anthem. ¿El resultado? Un fracaso todavía mayor. Combinando elementos jugables de Andromeda y sumándolos a la fórmula popularizada por la franquicia Destiny, lo último de BioWare pronto se volvió a quedar sin argumentos, sin respuesta y, en definitiva, sin comunidad que le respaldara. Si tenemos en cuenta que Dragon Age Inquisition, ganador del GOTY 2014, fue el juego inmediatamente anterior a los dos comentados, es evidente que un regreso a la saga de fantasía medieval podría ser exactamente lo que los canadienses necesitan para reencontrar sensaciones y acumular buenas críticas, tanto profesionales como de aficionados.
La cosa no queda ahí. BioWare ha construido un universo rico y profundo con Dragon Age, justo lo necesario para volver a ofrecer a los fans una historia interesante, plagada de dilemas morales, decisiones e intrigas, lejos de propuestas narrativamente anodinas como resultaron ser Andromeda y Anthem. Queda un largo camino hasta tener Dragon Age 4 en nuestras manos, pero parece que BioWare se ha rehecho de los errores del pasado y se ha metido de lleno en el camino del rol, de la aventura, de las buenas historias. El camino que más éxitos le ha dado a lo largo de su trayectoria.