Los millennials puede que no se acuerden, pero quienes hace 16 años ya estábamos de lleno atrapados por el encanto de los videojuegos esperábamos con ansia el estreno de la primera película de Square, Final Fantasy: La Fuerza Interior, una cinta creada completamente por ordenador y que, aunque los efectos visuales del tráiler de la película os parezcan cutres (hace años que no lo veía y se me ha caído un mito), en la época era lo más cercano a la realidad que existía, o así lo recordamos muchos.
Pese a su calidad visual (recuerdo que se estrenó en el año 2001) y alguna que otra fotografía bellísima, la película era una inmensa mierda (¿se puede decir mierda en internet?) cuyo ritmo era cansino, el desarrollo desastroso y casi acaba con Square al costarle un ojo de la cara al estudio. Es interesante que lo mejor que ha salido de la cinta sea este »easter egg», por llamarlo de alguna manera, en el que los protagonistas imitan al gran Michael Jackson:
Años más tarde, aún con el miedo en el cuerpo, Square Enix lanzó Final Fantasy VII Adventure Children, una película basada en el mundo de Final Fantasy VII que, aun haciendo gala de los problemas de ritmo de la cinta anterior, conseguía ser entretenida gracias a escenas como el combate final, alguna lucha intermedia y la espectacular persecución en moto. Técnicamente estaba a otro nivel y… bueno, creo que no fue una decepción tan grande como La Fuerza Interior, y para llenar el nombre de ‘Final Fantasy VII’ no estaba mal, podría haber sido peor, podría haber sido Dirge of Cerberus.
Ahora, con el estreno de Final Fantasy XV, Square Enix quiere repetir jugada con Kingsglaive, una nueva película cuya factura técnica es excelente y que parece mejor que las anteriores. En HobbyConsolas ya podéis leer la crítica de la cinta. La factura técnica vuelve a ser bestial:
Ahora, como leemos en 3DJuegos, parece que Amazon ha anunciado un pack con las tres películas en Blu-Ray y, aunque no hay fecha de estreno del pack ni sabemos si llegará a otros territorios, no está mal si queremos tener dos buenas pelis y un recuerdo de como se hacían cinemáticas hace 15 años.