En nuestra serie de artículos relacionados con las nociones básicas a la hora de configurar un PC, llegamos a uno de esos elementos que pueden parecer el Santo Grial de la configuración. Y en parte, para la configuración de un PC gaming, no parece desproporcionado pensar que la tarjeta gráfica es la clave. Actualmente, la gama de GPUs que se ofrece en el mercado es ingente, con una gran diversidad de modelos y gamas que llegan de la mano de los dos principales fabricantes, AMD y Nvidia. En un futuro, la incursión de Intel en este apartado puede dar una mayor diversidad en un mercado copado por las gráficas de Nvidia, pero que no necesariamente deben ser la única opción que debáis considerar.
Obviamente, trataremos una serie de aspectos básicos, dado que la elección se someterá a elementos muy personales donde el presupuesto es el único límite. El resto de consideraciones a la hora de elegir una tarjeta gráfica dependerán de que objetivo se quiera marcar uno, incluso, haremos mención a una estrategia que puede servir de guía para un futuro usuario de PC implicado con su hardware. Que sino, si la placa base seleccionada tiene un chipset gráfico integrado, os puede llegar a valer para cuestiones básicas y jugar al Candy Crash.
Vamos a indagar en este ámbito de las tarjetas gráficas dando pistas, más que sugerencias o consideraciones, porque la tarjeta gráfica es algo muy atípico. Dentro de la intrascendencia de que opción tomar, está la trascendencia de qué objetivo queremos lograr en nuestras pretensiones para jugar.
Nvidia o ATI
Actualmente, con permiso de la futura llegada de las gráficas dedicadas de Intel, la oferta se divide en dos marcas. Dos marcas muy diferentes que ofrecen productos desiguales. Digo desiguales porque actualmente Nvidia tiene una fuerza inconmensurable en el ámbito de PC gracias a una dedicación exhaustiva en sus motores. La gama de productos ofrecida por cada una se puede equiparar en relación a la potencia efectiva, esa que se suele medir en capacidad de procesamiento con los benchmarks. Lo que se ha intentado medir con una única unidad, como fue el caso de los Teraflops, ahora es algo que ninguna quiere ofrecer en conjunto. Cada una tiene sus unidades, que permiten comparar modelos propios y sienta incertidumbre cara a la comparativa entre marcas.
Cara a futuro, ante la inconsistencia de AMD a la hora de presentar modelos compatibles con el famoso Ray Tracing, la tecnología de iluminación en tiempo real es exclusiva de Nvidia. No es exclusiva de su gama RTX, dado que hace unos meses hizo llegar una actualización de sus drivers que permite a la gama GTX hacer uso de un Ray Tracing por software a niveles básicos. No obstante, si vuestro objetivo es dar un salto importante y ponerse en cabeza de los referentes gráficos, con el Ray Tracing, es evidente que la opción se ha limitado a la gama RTX de Nvidia.
Ahora, si no tenéis eso en mente, ya sea por presupuesto o por desinterés, la extensa gama de gráficas GTX de Nvidia ofrece una diversidad enorme de rendimientos y calidades. Pero ahí es donde las Radeon de AMD pueden ofrecer soluciones interesantes por su bajo coste. Pero este tipo de equivalencias se basa, principalmente, en el rendimiento efectivo de cada una de las tarjetas gráficas, donde hay que mirar con lupa qué modelo equivale a qué modelo.
Gracias al trabajo especializado de gamingscan, os ofrecemos una tabla de equivalencias de los modelos comercializados en los últimos años. No tiene sentido ir más atrás de ese periodo, y sobre todo, habría que atender a cómo cuadran los modelos venideros, sin hacer hacer hincapié en los últimos modelos ni series de fabricantes. Es una tabla orientativa.
Nvidia GeForce Series |
AMD Radeon Series |
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Nvidia Titan RTX | |
Nvidia GeForce RTX 2080 Ti | |
Nvidia GeForce Titan V | |
Nvidia GeForce Titan Xp | |
Nvidia GeForce RTX 2080S |
AMD Radeon RX 5700 XT 50th Anniversary
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Nvidia GeForce RTX 2080 |
AMD Radeon RX 5700 XT
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Nvidia GeForce RTX 2070S | AMD Radeon VII |
Nvidia GeForce RTX 2070 |
AMD Radeon RX 5700
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Nvidia GeForce GTX 1080 |
AMD Radeon RX Vega 64
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Nvidia GeForce RTX 2060S |
AMD Radeon RX Vega 56
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Nvidia GeForce GTX 1070 Ti | |
Nvidia GeForce RTX 2060 | |
Gama media (Buen rendimiento/precio ) |
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Nvidia GeForce GTX 1660 Ti | AMD Radeon RX 590 |
Nvidia GeForce GTX 1660 | AMD Radeon RX 580 |
Nvidia GeForce GTX 1060 | AMD Radeon RX 480 |
AMD Radeon RX 570 | |
AMD Radeon RX 470 | |
Gama baja (precio asequible) |
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Nvidia GeForce GTX 1050 Ti | AMD Radeon RX 560 |
Nvidia GeForce GTX 1050 | AMD Radeon RX 460 |
Nvidia GeForce GT 1030 | AMD Radeon RX 550 |
La verdad es que es injusto intentar exponer que un modelo es mejor que otro, más allá de datos de rendimiento o relación calidad precio. Es una elección muy personal, donde son los criterios de cada uno los que realmente van a marcar una diferencia para este producto.
Resolución y rendimiento
La resolución y el rendimiento son los aspectos principales que condicionarán vuestra decisión, donde tanto la potencia de la gráfica como la cantidad de memoria que equipen serán determinantes. Por ejemplo, para jugar a resoluciones 4K se recomienda que la gráfica tenga al menos 6Gb de memoria. Al menos, es lo que en cierto modo han ido exponiendo en sus modelos, aunque la realidad sea que con 4Gb debería ser suficiente. Es por esto que atendiendo a la gama de modelos, aquellos que ofrezcan una memoria superior a esos 6Gb serán modelos que tengan una mayor prestación y capacidad de mover resoluciones mayores.
Y es que no podemos pensar que los PC son como las consolas, llegado este momento, los PC tienen una gama de monitores que manejan resoluciones bastante más diversas que las televisiones. Incluso, la presencia de diferentes salidas de vídeo en las tarjetas gráficas para tener diferentes monitores o dispositivos conectados es lo que ayuda a pensar que en el ámbito de la resolución hay que ser más flexibles. No se puede pensar tanto en los 4K como una resolución obtenida por un solo monitor. En el caso de PC, puede resultar usual disponer de varios monitores, con lo que hay que considerar la suma de esas resoluciones.
Salvando algunos ejemplos, lo normal es que el usuario opte por jugar en un solo monitor, con lo que este aspecto puede simplificarse mucho. Aun así, lo que suele diferenciar a unas gráficas de las otras es su chipset y la potencia del mismo. En cierto modo, para sacar un mejor rendimiento, medido en tasa de frames, hace falta más potencia. Aquí es donde podemos establecer una pequeña división entre gamas, que por circunstancias lógicas se comprenden en ratios de precio muy concretos.
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Gama Baja: GTX 1050 // Radeon RX 460 – precio aproximado entre 100-200€
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Gama Media: GTX 1660 // Radeon RX 590- precio aproximado entre 250-400€
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Gama Alta:: GTX 1080 // Radeon RX 5700 – precio desde 550€
Pero si pensáis que es tan sencillo como dividir clases en base a rendimientos y precio, estáis parcialmente equivocados. Es evidente que esta escala es una manera sencilla de explicarlo, pero la cantidad de productos existentes es enorme y si no tenéis algo en mente o un límite bien establecido, resultará fácil escalar por los diferentes modelos con diferencias mínimas de precio y pagar 100-200€ más de lo que se había elegido en un principio. Incluso, la propia nomenclatura puede llevar a equívocos.
Dentro de cada gama hay un gradiente continuo de productos donde podríamos encontrar que en la parte superior de una gama media, se puede encontrar un modelo que supere a la gama siguiente. Por ejemplo, ahora con las RTX, difícilmente podemos decir que la RTX 2070 no sea una gama alta, porque su rendimiento puede llegar a superar el de una GTX 1080. Y es que todo esto, pese a lo medido que tiene Nvidia el mercado con sus precios en base a rendimiento, todavía se pueden encontrar conflictos que dificulten una decisión.
Dual, Triple, OC y más modelos
Un poco como sucede con los procesadores, los diferentes fabricantes exponen una gama de productos basadas en la misma GPU mucho mayor de lo que uno puede llegar a imaginarse. No se trata de tomar un modelo de GPU de MSI, Gigabyte, EVGA y pensar que solo ofrecerán uno. Existe una gama extensa de productos para cada uno de los chipsets gráficos, donde encontramos modelos básicos, modelos preparados para el overcloking y modelos intermedios que evitan que la decisión sea sencilla.
Nuevamente, el objetivo de cada uno será lo que determine a que modelo atender, si bien, el límite se expone para aquellos que ya estén pensando en tocar las frecuencias de los relojes de la GPU y hacer overclocking a la gráfica para empujarla más allá de sus «limites». Para el resto, obviamente la gama es mayor y que aspectos considerar resulta ambiguo a la par que sencillo. Evidentemente, aquellos modelos preparados para ofrecer mayores prestaciones ofrecen mejor calidad en conjunto, lo que también sirve para la tranquilidad de un usuario que no tiene tanta ambición.
Uno de los elementos más importantes en una gráfica, más allá de su potencia, es la refrigeración, donde hay modelos básicos con un ventilado, y a partir de ahí hasta tres o refrigeración líquida. Esto suele ir acompañado de diversos matices relativos a la frecuencia de la GPU, incluso, de las memorias. Ya hemos visto que los procesadores y las memorias comparten este rasgo. Puede resultar algo lioso, pero la realidad es que salvando los extremos, la mejora de prestaciones, precio y rendimiento, suelen ir de forma gradual.
Consejo, la configuración a largo plazo
En el ámbito de las tarjetas gráficas el concepto es muy simple. La potencia es lo que realmente importa. Claro que esto, más que nada, dependerá del presupuesto. La decisión de la gráfica no suele afectar a ningún otro elemento, siendo un componente que puede cambiarse sin tener que pensar en cambiar otra cosa. Esto ofrece una opción interesante a la hora de dar el salto en diferentes etapas, porque hemos visto que en otros elementos de la configuración unos elementos pueden depender de otros. Es por esto que, teniendo que ajustarse a un presupuesto inicial, si bien la gráfica es importante para jugar, puede bajarse la expectativa cara a una actualización futura que afecte solo a este componente.
Si se dispone de un presupuesto ambicioso, el criterio en este aspecto es muy personal y la decisión muy simple, a más potencia, mejor. Pero en otras situaciones, que será lo más normal, puede que en una primera configuración de un PC desde cero, el elemento de la tarjeta gráfica sea un buen lugar para economizar el coste o donde ahorrar para no escatimar gastos en otros elementos. Y es que el mercado de las gráficas es más voluble que el de los procesadores, donde la evolución parece más rápida. Cierto que actualmente estamos en un momento de impasse, esperando que surjan las Navi 20 y la más que probable respuesta de Nvidia.
De conseguir una buena oferta en modelos de gama media, que pueden encontrarse a precios que oscilan entre los 150-250€ en algunos momentos, se puede obtener una configuración que permite jugar con solvencia a todos los juegos del mercado. Considerando, por conveniencia, la Xbox One X como un referente gráfico en consolas, no debemos pensar que esta equivale a la gama alta de PC, donde gráficas con potencia equivalente están situadas entre el rango superior de la gama baja y el inferior de la gama media. Una manera sencilla de verlo es atender a canales de Youtube que hacen test de rendimiento, donde os podréis hacer una idea de como rinde cada GPU. Incluso, en un ámbito más técnico, se puede analizar el rendimiento de cada uno de los modelos en benchmarks publicados en medios especializados.
Estudiar el mercado y esperar a promociones
Puede que el mejor consejo que se pueda realizar a la hora de ayudar a tomar una decisión en este apartado, es que la decisión no puede ser tomada solo por elementos teóricos. Si que los criterios personales y el presupuesto son los principales elementos que condicionarán la elección, pero atendiendo a un mercado saturado de modelos, esta decisión debe ser contundente en el momento que se haga. Es mejor así, porque sino será complicado ver satisfechas las necesidades a medio plazo. Ahora bien, si hay una cosa que trae consigo esta saturación, es la continua oferta de productos.
Es por esto que, una vez se sepa cual es el objetivo, se debe atender a los diferentes modelos y rangos de precio, con especial énfasis en posibles promociones que puedan abaratar modelos que, de otro modo, no serían opción. Esto es una conclusión que seguramente sirva de ayuda a la mayoría, pues aquellos que no tengan un límite escueto para configurar su PC no verán problema en optar por las exóticas RTX 2080 o RTX 2080 Ti, sabiendo que Nvidia ha lanzado ya su nueva gama RTX Super para hacer todavía más complicada una elección entre tanto modelo. Pero ahora, AMD está proponiendo una alternativa con sus Navi, donde la Radeon RX 5700 se posiciona en un muy buen lugar a un precio mas razonable. La futura incorporación de Intel y la llegada de nuevas Radeon a la gama baja, pueden calentar el mercado en 2020.
Ahora mismo, si se tiene claro un modelo, la estrategia es sencilla. Si no, la decisión se complicará hasta la eternidad. El primer paso que hay que tener claro es que se quiere lograr, que presupuesto se tiene y que opciones se ofrecen. Llegado el momento, la decisión debe ser firme, donde las ofertas y promociones ayudarán mucho más de lo que creéis. Pensando en que próximamente llegará el Black Friday, hay que estar muy atentos a la bajada de precios de muchos de los modelos hoy comercializados.
Como hemos dicho, no hemos intentado apuntar qué modelo es el mejor ni el más rentable. Hemos intentado dar pistas para no perderse en este apartado de la elección de las tarjetas gráficas, porque, sin duda, es el más complejo y diverso de todos. Cada uno debe saber hasta donde llega el presupuesto, cuales son sus pretensiones y así encaminarse hacia una gama o un grupo reducido de modelos. Luego ya, el oportunismo de los descuentos sera lo que haga el resto.