Otra de las grandes novedades que pudimos probar durante la pasada Madrid Games Week fue Dark Souls 3. La próxima entrega de From Software de la saga Souls (sin contar a Bloodborne) con la que pretenden estrenarse por todo lo alto en la nueva generación. Como no podía ser de otra manera, su stand ocupaba uno de los lugares centrales de la feria, y sus colas eran a casi todas las horas de las más largas de la feria. Lo que pudimos jugar fue la misma demo que ya hemos visto, por ejemplo, durante el Tokyo Game Show. Pero ahora os podemos contar cuáles fueron las sensaciones que tuvimos al jugar de primera mano esta nueva entrega, que trae consigo pocos pero importantes cambios.
Técnicamente Dark Souls 3 ha evolucionado correctamente, algo de esperar después de ver el notable trabajo de From Software con Bloodborne. Precisamente quizás sea su aproximación en el estilo artístico a este último lo que primero nos llame la atención al comenzar a jugar Dark Souls 3. Con unos diseños más estilizados tanto de personajes como de escenarios, y algunos elementos como los candiles que nos recuerdan a aquél.
En general, visualmente la herencia de Bloodborne se hace evidente, pero no será en este apartado donde más notemos esa influencia. Y en cualquier caso si por un momento nos olvidásemos de este útlimo y jugásemos a Dark Souls 3, no nos cabría ninguna duda de que se trata de una nueva entrega Souls, su estética medieval no solo es inconfundible, sino que luce mejor que nunca ¿Qué quiere decir esto? Que a pesar de las obvias influencias que Dark Souls 3 ha recibido de la otra producción de From Software, el juego ha evolucionado técnicamente de manera natural, sin perder su identidad artística, pero adaptándose de forma eficaz a las nuevas posibilidades de las máquinas. Es difícil determianr aún todas sus características técnicas y los pequeños defectos que pueda tener, pero por lo visto, podemos asegurar que el juego estará a la altura de lo esperado.
Pero como ya sabéis donde encontraremos la principal novedad será en el gameplay, y donde probablemente más evidente se hace la influencia que se ha recibido de Bloodborne (la comparación es irremediable por las constantes reminiscencias de la anterior producción de From Software). Se trata de un sistema de combate más ágil, con un personaje que se siente notablemente más ligero. Cada acción parece tener un menor coste energético, por lo que nuestra barra de energía nos ofrece más posibilidades de movimiento, mientras que nuestro equipo parece menos pesao al movernos a pesar de llevar con nosotros armas o armaduras más o menos pesadas.
Ahora bien, de lo que no se han olvidado los chicos de From Software es de nuestro querido escudo, que volverá a marcar la diferencia entre continuar con vida o no. Y además es donde podemos distinguir perfectamente este producto del exclusivo de PS4, que sí carecía de estas mecánicas defensivas. Avanzar tras cada esquina con escudo en mano, o defendernos de los enemigos más rápidos, o que nos superan en número, con él será una de nuestras mejores opciones para volver a sobrevivir en uno de los mundos más inhóspitos que hayamos visitado en Xbox One. Por supuesto también podremos intentar esquivar los golpes, de hecho la mayor sensación de agilidad invita a ello, pero no siempre será lo más recomendable. Y ya sabemos que sacar el máximo partido de nuestras acciones es la forma de tener éxito en Dark Souls.
Esto nos lleva a otra de las cuestiones que han levantado cierta polémica en lo que hemos visto hasta ahora del juego, precisamente su elemento más esencial y lo que ha hecho de la saga Souls lo que es, la dificultad. El hecho de que se hayan agilizado los movimientos podría asustar de primeras a los más fans de la saga, ya que gran parte de la dificultad de sus anteriores entregas residía en ese sistema en el que cada movimiento requiere un notable coste de estamina y de tiempo, por lo que no podíamos movernos en los combates a lo loco, sino que había que hacerlo de forma precisa y lo más exacta posible. No obstante, este nuevo sistema, más ágil, no deja de ser tan táctico como lo era antes. Cierto es que nuestro rango de movimientos parece haberse ampliado, pero cuidado porque también los enemigos contarán con más movilidad y velocidad, además de un radio de acción más amplio. Realizar una determinada acción en un mal momento puede seguir costándonos la vida.
¿Mantendrá el nivel de exigencia Dark Souls 3? Obviamente resulta difícil de determinar algo así habiendo jugado solo una demo de unos minutos. Pero mojándome, en mi opinión la sensación es que se mantendrá la dificultad de la saga. Los escenarios repletos de todo tipo de trampas están garantizados, habrá que avanzar lentamente observando cada nuevo punto al que queramos llegar. Los enemigos encontrarán todo tipo de formas para ponernos en aprietos con su mayor agilidad, además por lo que hemos podido ver parece que en general presentarán un mayor rango de alcance con sus golpes, lo que significa más peligro. Veremos qué tal resulta finalmente esa combinación de un mayor rango de acción y ataques más amplios con más velocidad. Y lo mismo ocurrirá con los jefes finales, particularmente el que estaba presente en la demo tenía un radio de ataque realmente imponente, a pesar de no tener uno de los tamaños más imponentes de los que hemos visto hasta ahora en la saga.
Si bien es cierto que estamos ante una tercera entrega (eso sin contar a quien también haya jugado Demon’s Souls o Bloodborne), y quien se encuentre ya plenamente integrado en las mecánicas y «sorpresas» más típicas de la saga se topará ante sí con un camino más llano que un jugador totalmente novato, como es lógico. Pero eso no quiere decir que Form Software no tenga reservadas nuevas trampas y maneras de sorprendernos. Sin contar además que correspondiéndose la demo jugable con gran probabilidad con una de las primeras zonas del juego, ya era fácil que llegasen a acumularse varios enemigos a nuestro alrededor, o toparnos con algunos enemigos, como los caballeros, bastante poderosos. Tendremos que esperar hasta el próximo abril, cuando se ponga a la venta Dark Souls 3, para quedar plenamente convencidos. Pero las muertes están aseguradas.
Más allá de estos cambios, encontraremos algunas novedades más, como algunos nuevos ataques y otras sorpresas, como la vuelta del respawn infinito. Pero el control y las mecánicas serán en esencia, y como cabe esperar, las mismas que hemos conocido hasta ahora. Mismo sistema de control que en Dark Souls 2, muros invisibles que impiden a los enemigos seguirnos hasta cualquier parte, o variedad de golpes y movimientos en los más fuertes, que irán variando en función de nuestra forma de enfrentarnos a ellos.
Y es que Dark Souls 3 será en gran medida una entrega continuista en casi todos sus elementos. Frascos de estus, cuchillos arrojadizos, una gran cantidad y diversidad de armas y equipo, anillos, distintas clases, mismas mecánicas. Sin embargo en este caso difícilmente podemos considerar eso como un aspecto negativo. De hecho cada uno de estos elementos son ya característicos en la saga y es lo que todos los fans están esperando. Los cambios que presenta son el proceso de una lenta y lógica evolución y el feedback de sus creadores con sus propios juegos. Los fans pueden estar tranquilos, poque tendrán aseguradas muchísimas horas de puro «Souls» a partir de abril. Y si al igual que nosotros también tuvisteis la oportunidad de probar el juego en la pasada Madrid Games Week, nos gustaría conocer también vuestras opiniones.