No nos vamos a engañar, la primera vez que se mostró Grounded en el pasado X019 de Xbox yo también me quedé sorprendido de que viniera firmado por Obsidian, después de un juego de la talla de The Outer Worlds. Aunque tenía todo el sentido del mundo que, tras la adquisición de Microsoft, el estudio tuviera la oportunidad de ponerse a trabajar en proyectos secundarios.
Tras el impacto inicial de ver una aventura en miniatura en un jardín, con sus bichos y sus plantas, rápidamente me llamó la atención su propuesta de supervivencia que en seguida me recordó a la de Ark: Survival Evolved. Viniendo de uno de los estudios más importantes del panorama RPG me intrigaba mucho qué podrían aportar al género, y después de haberlo jugado, me queda claro que estamos ante una propuesta de lo más interesante y original.
Esta misma semana ha comenzado una demo jugable de Grounded en Xbox One y PC que estará disponible hasta el próximo 22 de junio. Yo ya he podido jugarlo un par de veces estos días, así que os traigo mis impresiones de esta aventura de jardín al más puro estilo ‘Cariño, he encogido a los niños’.
Aventura en miniatura
Grounded es un juego de supervivencia en sus mecánicas, pero, ante todo, se trata de una aventura, por lo que también cuenta con un apartado narrativo que ayuda a guiarnos al principio de esta demo. Al igual que nosotros, nuestro protagonista -a elegir entre cuatro personajes- está igual de confuso al despertarse y descubrir que es minúsculo y está atrapado en un jardín. Los primeros pasos consisten en explorar la zona, para intentar entender qué está pasando y, por supuesto, aprovisionarse para pasar la noche a la interperie.
La demo apenas dura media hora de juego libre, por lo que las pinceladas de historia son más bien escasas, pero por diversos elementos del escenario -como una especie de campaña de investigación- parece que Grounded esconde bastante más que un simple sandbox de supervivencia a simple vista. Tengo mucha curiosidad por ver cómo va a manejar Obsidian esta historia que ya adelantaron en el último tráiler pero, sin duda, lo que más me ha gustado de su experiencia son las mecánicas de supervivencia y crafteo.
Al principio, como en la mayoría de juegos del género, tienes que apañarte con lo primero que encuentras por el suelo, pero cuando ya encuentras un par de materiales de construcción empiezan a desbloquearse de manera automática los planos de artesanía. Me sorprende que no se guíe por un sistema de niveles y engramas, como Ark, pero lo que se fomenta la exploración y la interacción con el escenario. Y este, precisamente es uno de los puntos que más me ha gustado de lo poco que he podido jugar, la integración del escenario con sus mecánicas.
La idea de ser minúsculo y estar atrapado en un jardín cobra especialmente interés al ver lo bien que funciona su ambientación con las mecánicas de supervivencia, crafteo y exploración. Por ejemplo, el hecho de aprovechar los charcos de agua para beber e hidratarse, que cada tipo de planta cuente con distintos materiales o el poder hacerse armaduras con los restos de los bichos que matemos.
Me gusta la aparente profundidad del sistema de crafteo, con bastantes materiales y creaciones, pero me ha gustado aún más la parte de construcción. En el primer tráiler del juego, este apartado parecía clavado a lo visto en Ark, pero una vez más, la integración con su mundo de juego me ha sorprendido.
En muchos juegos del género, construir un refugio es tan sencillo como hacer mucho acopio de materiales y construir de una los cimientos, paredes y techos que necesites, pero en Grounded, Obsidian ha querido que te sientas realmente pequeño. Es decir, una vez desbloqueas los planos de construcción, tú plantas en el suelo el diseño de lo que serán, por ejemplo, los cimientos de tu escondite y entonces, tienes que buscar en los alrededores hierba que, al cortarla, se convierta en tablones. No queda ahí la cosa, ya que eres pequeñito, por lo que solo puedes transportar cinco de estos tablones en un solo viaje.
Este simple detalle ayuda a sentirse realmente dentro de la propuesta del juego y créeme que cuando cae la noche y los insectos acechan, te darás prisa por tener un refugio antes de que te ataque una hormiga soldado o una araña.
¿Arañas? ¿Por qué no podían ser mariposas?
Sí, hay bichos. Al fin y al cabo, estamos en un jardín. La mayoría son pacíficas, como hormigas o mariquitas, pero hay otros insectos hostiles de los que deberás tener cuidado, como las arañas. Sí te encuentras con una araña más te vale ir bien armado y protegido o sorprenderla con una buena pedrada en la cabeza para poder huir, de lo contrario, no tendrás muchas posibilidades.
Si te dan miedo las arañas, tranquilo, Obsidian incluye un modo para gente con aracnofobia para eliminarlas del juego. Una simple arañita de jardín en la vida real puede que no sea tan amenazante, pero en Grounded dan bastante impresión. Una buena muestra del sentido de la escala del juego.
Obsidian siempre ha podido presumir de tener un gran equipo de arte y con Grounded queda más que patente. Ser pequeñito y estar atrapado en un jardín tiene su gracia al principio, pero cuando descubres las dimensiones del escenario y su escala de tamaño, es bastante llamativo. En Grounded, una pelota de béisbol es fácilmente diez o quince veces tu tamaño y puedes colarte en el interior de una lata de refresco vacía, aunque lo que más impresiona es mirar hacia arriba y ver el tamaño de un árbol, de los aspersores o de la propia casa.
Visualmente destaca más por su aspecto artístico más que por el apartado puramente gráfico, aunque resulta atractivo y el sistema de iluminación está muy logrado. El rendimiento, para tratarse de una versión beta, iba bastante fluido, aunque tuve que arrancarla como cuatro o cinco veces por problemas con el sonido.
Conclusiones
En fin, a todos nos hubiese gustado ver otro gran RPG de Obsidian tras el notable The Outer Worlds, pero también hay que entender que proyectos tan ambiciosos llevan su tiempo. Mientras tanto, los creadores de Fallout: New Vegas tiene la oportunidad de experimentar con una propuesta de lo más interesante dentro de un género que quizá les pilla un poco fuera, pero al que seguro podrán aportar buenas ideas.
Personalmente, los juegos de supervivencia son unos de mis favoritos y esta primera toma de contacto con Grounded me ha dejado con muy buen sabor de boca. Su propuesta de aventura de jardín puede llegar a ser una muy buena toma de contacto con el género para los más pequeños de la casa, sin descuidar a un público más adulto al que le gustan propuestas como la de Subnautica.