Blizzard es una de esas compañías que no deja indiferente a nadie. Una legión de fans respalda a la compañía que, sin embargo, ha tardado bastante en atreverse a dar el salto a los first person shooters. Overwatch es su incursión en el género, un título de acción en primera persona competitivo con particularidades, tan adictivo como atractivo en lo visual y jugable. Aunque el juego ha pasado por varias fases betas, no ha sido hasta este fin de semana que ha tenido lugar su beta abierta en Xbox One. Os contamos nuestras impresiones de Overwatch, después de haber probado todo el contenido que nos ha ofrecido en su beta, que no es poco.
A pesar de tratarse de una beta, Blizzard no nos ha escondido nada, y realmente hemos podido probar todo el contenido que incluirá el juego en su lanzamiento: todos los héroes, mapas, incluyendo las partidas competitivas, partidas personalizadas, cajas de botín, y peleas semanales. Un contenido que, tras su lanzamiento, irá siendo ampliado progresivamente con actualizaciones gratuitas, añadiendo nuevos personajes, mapas y modos de juego, aunque aún no sabemos con qué frecuencia. Así, por el momento, podría considerarse que el contenido de lanzamiento de Overwatch no es demasiado amplio, pero está lejos de ser escaso. Los 21 héroes disponible son muy diferentes entre sí, y nos ofrecen un abanico jugable muy amplio. Y los más de diez mapas no se hacen repetitivos.
El plantel de personajes es totalmente original, no se encuentra basado en ninguno de los juegos anteriores de Blizzard. Los 21 héroes de lanzamiento se antojan por el momento más que suficientes, ya que contamos con gran variedad entre cada personaje, incluso cuando estos son de la misma clase. Se producirá aún algún ajuste más en sus habilidades, puesto que quizás falte aún un poco más de equilibrio en algunos de ellos, a pesar de los cambios que ya se han producido, pero no parece que de momento este sea un factor tan determinante en el desarrollo de las partidas como la coordinación de cada uno de los bandos. Algo, desde luego, positivo de cara al lanzamiento de Overwatch. Ya que será importante dedicar una buena cantidad de horas al juego para ser capaces de comprender cada momento en el transcurso de las partidas, que por cierto no suelen durar mucho más de 10 minutos. Una decisión que ayudará a evitar los clásicos problemas de abandono en las partidas igualadas, o perder los nervios en partidas totalmente desequilibradas y frustrantes. Hay juego para largo en este sentido, y no será hasta que podamos comenzar a jugar partidas competitivas con rango cuando comenzaremos a disfrutar de verdad y en profundidad de Overwatch. Será fundamental en este aspecto que Blizzard haga un buen trabajo, aunque viendo el buen funcionamiento en sus demás juego, no parece que debamos preocuparnos demasiado por ello.
Entender lo que está ocurriendo en la partida es clave si queremos desempeñar correctamente nuestro papel en el equipo. No estamos ante el típico mata mata. Y aquí es donde podríamos ubicar esos «tintes de moba» de los que tanto se ha hablado. Overwatch es ante todo un shooter, de eso no cabe duda. Sin embargo, es importante que los equipos estén bien compensados en todo momento para ganar las partidas. Para eso, tenemos una división de clases de personaje que vienen a ser, más o menos, héroes de defensa, de ataque, de apoyo, francotiradores y constructores. Pudiendo algunos personajes tener características híbridas. Es importante para tener éxito en la partida comprender las habilidades de nuestro héroes, nuestras posibilidades en la batalla, y cuál es la mejor forma de ayudar a nuestro equipo en cada momento. Tener un buen ratio de bajas será totalmente irrelevante sin nos hemos dedicado a jugar a nuestro aire. A veces, es mejor retirarnos a buscar capsulas de vida por el escenario y esperar a que nuestros compañeros renazcan para volver al ataque, o intentar buscar las espaldas de los rivales.
Los mapas no son excesivamente amplios, pero tampoco se hacen pequeños, ya que la acción de concentrará en los objetivos, y no nos pasaremos el tiempo recorriéndolo de una punta a la otra. El diseño de los mapas es bastante bueno. Por lo general, tenemos un par de entradas bajas a las zonas de los objetivos, a las que se le suman algunas zonas altas, que suelen estar habitadas principalmente por los francotiradores, pero en las que se puede sorprender irrumpiendo también con otros héroes. Y normalmente es el equipo que lleva la batuta el que va decidiendo por qué zona tendrá lugar la acción, pero depende de los contrarios intentar sorprender para dar la vuelta a la situación, algo que ocurre con bastante frecuencia, y contribuye a que el desarrollo de las partidas sea muy dinámico y rápido.
Donde quizás echamos en falta mayor variedad, por el momento, es en los modos de juego. Contamos con cuatro: asalto, escolta, control, y un híbrido de los dos primeros. Pero todos ellos se basan en capturar zonas, con la única diferencia de que en el modo escolta, la zona es móvil. Unos modos que aunque puedan resultar idóneos para el sistema de juego, se antojan escasos.
Por último, no podemos olvidar otra de las claves de Overwatch, su diseño. Otro de los puntos fuertes de Blizzard, que en esta ocasión no se queda atrás. Se ha apostado por un estilo cartoon que podrá echar para atrás a algunos, pero cuya personalidad es innegable. Cada personaje tiene un diseño y personalidad muy particular, perfectamente caracterizado. El diseño de los 21 héroes que componen el plantel está cuidado y mimado al detalle. Donde podemos echar en falta por ahora algo más de variedad es en el resto de skins que podemos desbloquear para los personajes, que con alguna excepción, son muy parecidos a los originales y no están tan cuidados. Esperamos que también se vayan añadiendo más. El diseño artístico de los mapas sin embargo no es tan bueno, y aunque su distribución es correcta, resultan algo sosos en comparación con los personajes. Por otro lado, el rendimiento de la beta en Xbox One es impecable, y aunque tendremos que esperar a la versión final para valorar esto, parece que no habrá ningún problema en este sentido.
A pesar de contar ya en la beta con el contenido de lanzamiento, habrá que esperar a la versión final de Overwatch para poder jugarlo con mayor profundidad para poder opinar mejor. Pero sí que tenemos ya varios puntos claros. Las partidas son rápidas, frenéticas e intensas. Y cuando podamos comenzar a jugar partidas de rango con gente de nuestro mismo nivel los piques estarán más que aseguradas y Overwatch será una experiencia muy adictiva. El contenido con el que contará en su lanzamiento no es escaso, pero tiene algunos puntos débiles aún. Conociendo a Blizzard, sin embargo, podemos estar bastante seguros de que Overwatch irá ampliando su contenido asiduamente. Es un juego claramente ideado para un largo recorrido, pero de ello como siempre también depende la respuesta del público. Es un juego cien por cien competitivo, por lo que si no es lo que buscas, no será tu juego. Y ahora, toca seguir a aprovechando el día extra que durará la beta abierta de Overwatch, no perdáis la ocasión de probarla.