La pandemia creada por el coronavirus, o COVID-19, ha supuesto un cambio radical en la situación general. Un cambio que mantiene a gran parte de la población confinada en sus casas, y a las empresas bajo mínimos. Y en este ámbito, se está haciendo balance general del impacto que ha supuesto esta situación excepcional. En un año en el que hay grandes promesas de revolución en Microsoft, por la llegada de los nuevos hardwares, tenemos nuevos informes que avalan una situación «tranquila» para los de Redmond. La crisis del COVID-19 no tiene casi impacto en Microsoft, ya que ofrece servicios que, ahora, son más necesarios que nunca.
Tal como hace saber la cnbc, la situación económica de Microsoft, más que verse afectada de forma negativa, ha visto incrementados sus beneficios. Impulsado por los servicios en la nube, los beneficios de Microsoft durante el primer cuarto de año han crecido en torno a un 15%, superando sus expectativas. En un comunicado remitido por la compañía, aseguran que «la crisis del COVID-19 no tiene casi impacto en Microsoft».
De hecho, los informes avalan que tras la incidencia del virus a nivel global, Microsoft ha visto incrementada la demanda de sus servicios, llevando a la empresa a tener un repunte en sus beneficios. Como viene siendo habitual en los últimos años, los beneficios que Microsoft obtiene a través de sus servicios son un sustento importante de los beneficios generales. En los informes que cerraban el año fiscal el mes pasado, se hablaba de un incremento neto, aunque en cierto sectores se estaba dejando notar que este año va a haber un relevo de hardware en las consolas.
El confinamiento, el teletrabajo y el requerimiento de la productividad online, han permitido a Microsoft hacer valer su plataforma. Hemos comprobado que, a nivel de Xbox, tanto la suscripción Xbox Game Pass como el número de usuarios activos en Xbox Live, han crecido de forma notable. A nivel económico esto es un fuerte respaldo que se sustenta con el mayor requerimiento de las tecnologías de Microsoft Azure, aunque también haya supuesto algún que otro quebradero de cabeza por la saturación de sus servicios.
Viendo las previsiones que se habían planteado para este año, parece evidente que la crisis del COVID-19 no tiene casi impacto en Microsoft, siendo además, un elemento que la habría impulsado para acabar teniendo unos beneficios superiores a los estimados. En pleno año de revolución, la inversión de Microsoft para llevar a cabo el salto generacional y plantear nuevos servicios parece ir por buen camino. Tanto por ver la confianza que tiene Microsoft para evitar tener que limitar la producción de Xbox Series X, como por la expansión de xCloud a más territorios con nuevos servidores, hacen ver que Microsoft está invirtiendo para tener, en un futuro, todavía más beneficios.
Microsoft asegura que Xbox Series X y xCloud «son mejores juntas»
Un planteamiento consistente, bien asentado y con una perspectiva de futuro que, en esta ocasión, mantiene unas elevadas expectativas que siquiera el COVID-19 parece poder frenar. Lo que nos interesa ahora es que Microsoft mantenga esta dinámica y, sobre todo, esa ambición, que depare una espectacular presentación de su futura generación de consolas y mantenga una producción que no deje a nadie que lo desee, sin su ansiada consola a finales de este año.