En contraste con el gran éxito de la industria de los videojuegos en 2024, el año 2025 trae consigo un período lleno de incertidumbre y desafíos muy obvios. A pesar de superar las ganancias globales de 280 millones de dólares, esta área se ha destacado como una de las industrias creativas más rentables globalmente. Pero no todo son buenas noticias, ya que más de 14.000 despidos se han registrado en empresas del ámbito en el transcurso del año pasado, revelando escasez tanto en la estructura como en la economía.
Uno de los problemas más notorios es el aumento en los costes de desarrollo de los videojuegos, con gastos que en ocasiones sobrepasan los 200 millones de dólares. Juegos como GTA VI y Final Fantasy VII Rebirth representan desafíos importantes en los que se esperan grandes ventas. Asimismo, la presión aumenta con la competencia de servicios de suscripción como Xbox Game Pass y PlayStation Plus, alterando el panorama del mercado y requiriendo que los desarrolladores se ajusten.
La industria lo tendrá muy duro en 2025
Otro aspecto importante es cómo la inteligencia artificial afecta la evolución de los videojuegos. A pesar de sus ventajas en la eficiencia y el ahorro de dinero, surgen inquietudes sobre su influencia en los puestos de trabajo creativos y la originalidad de las tramas y diseños en los juegos.

El próximo año, 2025, se vislumbra como un periodo crucial abarrotado de lanzamientos emocionantes como GTA VI, la probable aparición de The Elder Scrolls VI y la muy anticipada Nintendo Switch 2, que podría transformar por completo el sector de las consolas combinadas. No obstante, el mundo del entretenimiento digital tendrá que superar desafíos tanto dentro como fuera para seguir siendo relevante y perdurable.