La nueva generación empezó con mucha fuerza, por los últimos e inesperados anuncios. Ya sabemos mucho sobre la nueva generación. Nuevos estudios exclusividades, juegos de lanzamiento. Pero frente al hardware aún hay dudas. Más que nada en la comparación de poder, por la cantidad de información confusa que ronda en internet, y a que Sony no ha sido totalmente transparente con su nueva consola. O porque Xbox Series X aún no ha sido mostrada funcionando. Sin embargo, si tomamos los datos en papel, está claro que la nueva Xbox será mucho más potente. Aunque esta potencia extra de Xbox Series X respecto a PS5 se notará en los AAA.
Esto lo sabemos por declaraciones de algunos de los directos 3D Realms a Gamingbolt en una entrevista, según las cuales la diferencia entre ambas consolas solo se verá propiamente en los juegos de mayor exigencia técnica. Juegos AA e indies funcionarían más o menos similarmente, con tiempos de carga reducidos y eficiencia en términos visuales. A menos de que alguna de las dos plataformas fuera más amigable para la programación que la otra. Lo que podría traer una real diferencia.
En cuanto a los juegos AAA, las cosas son de otro color. Y esto ya lo hemos visto con todo lo relacionado a la posibilidad de jugar en 4K y 60fps, o incluso con la posibilidad de llegar a jugar a 120fps. Esto nunca se había visto en consolas, y la verdad es que hacía mucho que se esperaba. De todas maneras, tiene sentido pensar los desarrolladores multiplataforma que buscarán lograr la paridad en sus juegos en todas las consolas, es dudoso que veremos muchas diferencias entre las dos consolas. Por supuesto, la Xbox Series S también es un factor crucial que podría tener algo que decir en esta situación.