Aquellos que tenemos la Xbox 360 hemos pasado (con casi total seguridad) por el angustioso momento de las 3 luces rojas de la muerte que suponían una llamada al SAT de Microsoft y enviar nuestra consola de vuelta a la fábrica. Peter Moore era uno de los peces gordos en Xbox por aquel entonces y le tocó asumir ese problema y plantearlo a los altos cargos de Microsoft.
Moore ha hablado en un podcast de IGN sobre una historia muy interesante en relación a este tema. En las primeras investigaciones vieron que lo que provocaba dicho fallo era un sobrecalentamiento de la consola y que hacía que las piezas llegasen a unas temperaturas que no podían soportar. Según Peter Moore ese fallo costaría a Microsoft 1150 millones de dólares. Moore tuvo que reunirse con Steve Ballmer para explicarle los gastos a los que la compañía americana debía hacer frente, Moore le dijo «Si no hacemos esto, la marca XBOX morirá», Ballmer aceptó.
«Nunca olvidaré ese momento. Si eres un jugador de XBOX debes agradecer a Steve Ballmer su apoyo a la marca» dijo Peter Moore. «Si no hubiésemos tomado esa decisión la marca XBOX habría muerto y Xbox One ni existiría. Ballmer no lo pensó ni dos veces en gastarse 1150 millones para proteger una marca que seguramente valga 3 o 4 veces más hoy mismo« añadió.