Como es ya tradición sobre estas fechas (en esta ocasión un poco antes), ha salido a la luz la demo de la nueva entrega de PES. Y los comentarios que se oyen por ahí y se leen por los foros vuelven a centrarse en si este año, de una vez por todas, Konami ha conseguido mejorar su simulador futbolístico y crear un juego a la altura, que pueda competir frente a frente con FIFA 16. Como un usuario más, mi opinión después de probar esta nueva demo quizás sea algo personal, sin embargo creo que de verdad en esta ocasión, por muy repetido que suene, Konami ha logrado crear un simulador de fútbol bastante divertido, sólido y con buenas cualidades, que no solo podrá mirar de frente a FIFA, sino que en determinados aspectos probablemente vaya a ser superior.
Al igual que yo, muchos usuarios llevan ya bastantes años sintiéndose huérfanos de un juego de fútbol que realmente sea de su gusto. En mi caso, la saga FIFA nunca me ha terminado de convencer, a pesar de que a lo largo de estos años lo he comprado a veces, y que a FIFA 15 le he dedicado unas 250 horas (eso sí, la gran mayoría por el modo Club Pro). Y PES lleva decepcionándome profundamente desde 2010 entre tanto experimento extraño, con la excepción quizás del título del año pasado, que a pesar de no haberme llegado a convencer del todo no me pareció un mal juego. Ahora, después de haber jugado ya varios partidos a esta demo de PES 16, estoy bastante convencido de que es un título que me gustará, que compraré y al que posiblemente dedique bastante tiempo. Os cuento porqué:
En primer lugar, dejaré si me permitíis un poco de lado el aspecto gráfico, porque no se trata de una versión definitiva y porque nunca ha sido uno de los aspectos más fuertes de la saga. No obstante, los modelados de los futbolistas, sobre todo en las repeticiones y escenas de vídeo son bastante buenos, pero desmerecen algo más durante el desarrollo de los partidos, y la sensación de nitidez tampoco es muy buena. Por otro lado, la jugabilidad es el aspecto sobre el que voy a opinar, y el que creo que puede marcar la diferencia con respecto a su oponente, FIFA 16.
Uno de los aspectos más criticados de PES, sobre todo en estos últimos años, han sido las animaciones de los jugadores, que se han tachado cuanto menos de robóticas. Esto es algo que ya había comenzado a mejorarse en la anterior entrega, y cuya importancia en lo jugable puede ser mayor de lo aparente, ya que de que unos movimientos se produzcan de manera rápida y natural puede repercutir que los sucesivos tengan o no el éxito que deberían. Esos movimientos, conducción, disparos, saltos, controles… lucen en PES 16 de forma más natural que nunca, aunque quizás se eche en falta aún un poco de velocidad en la transición de unos a otros que nos permita ganar esos milisegundos en los que se basa el tener el control absoluto de nuestro jugador, o que su reacción no se produzca tal y como esperábamos.
Pero no hay que preocuparse demasiado, esas transiciones, aunque no son perfectas tampoco son nefastas como lo fueron en otras ocasiones, y el control que tenemos en todo momento sobre la acción resulta bastante intuitivo, lo que se nota especialmente a la hora de realizar cambios de ritmo, dribles y encarar a rivales. En un principio, mientras jugaba los primeros minutos no me atrevía demasiado a llevar a cabo este tipo de acciones, ya que en los últimos juegos de fútbol que he jugado no son acciones nada fáciles de llevar a cabo, y evitarlas o cambiarlas por otras opciones suele ser una buena idea para conservar el balón. Sin embargo conforme he ido jugando me he ido soltando y jugando de manera más alegre, recurriendo al sprint y a encarar a los defensas, y lo cierto es que me he llevado una grata sorpresa al descubrir que este tipo de acciones, aunque su precisión no sea la óptima debido como digo a la brusquedad las transiciones, vuelven a ser tan válidas como otra cualquiera, por supuesto, siempre que lo hagamos con un jugador especialista y seamos diestros en su control.
Por otro lado, dentro de esa naturalidad con la que se producen los movimientos, me han gustado especialmente los choques entre jugadores y las entradas a ras de suelo, en las que notamos perfectamente cuando impactamos con el balón y cuando lo hacemos con la pierna del rival. Y lo que es más importante, con un poco de práctica podemos controlarlas para evitar cometer faltas, algo que por ejemplo en FIFA puede resultar algo caprichoso.
Todo esto influye en lo que me parece el elemento más importante de PES 2016, que no es otra cosa que la variedad de situaciones durante los partidos. Si algo hace divertido y emocionante al fútbol es el pasar de una situación a otra prácticamente contraria de manera espontánea. Esto es algo difícil de dominar, como lo demuestra el hecho de que Konami lo había sabido manejar muy bien en los PES clásicos y que, hasta ahora, no había sabido recuperar de forma eficaz. Más allá de que, como es lógico, determinadas jugadas y situaciones se repitan durante un partido (ya que en gran medida ello depende de nuestra manera de jugar y la estrategia que adoptemos), me ha sorprendido gratamente comprobar la variedad de situaciones que se han dado durante los partidos que he disputado. Algo que me ha llevado a crear jugadas de todo tipo y de forma improvisada, y a menudo con resultados muy diferentes entre sí: jugadas por banda, balones al hueco desde el medio del campo, jugadas frontales encarando a un par de jugadores, paredes al borde del área, disparos lejanos… Todo ello permitido por un ritmo bastante equilibrado y que permite diferenciar claramente entre lo momentos de ataques veloces y de pausa.
Otro de los elementos clave es la física del balón, algo que en lo que ciertamente Konami siempre ha destacado y que ha sabido recrear de forma maestra. Una vez más, volvemos a notar la importancia del balón en el desarrollo del juego. Esa sensación de que el balón es un elemento más en el terreno de juego, y no una animación que va de lado a lado con movimientos anormales. El balón tiene su propia física, muy buena además, y lo podemos notar en cada disparo, en cada centro, en cada rebote o la trayectoria que describe en el aire. El balón «vivo» es otra de las piezas fundamentales de este nuevo PES, y que permite que los rebotes no siempre vayan hacia el mismo sitio, o que los remates de cabeza sean diferentes en cada ocasión dependiendo de la velocidad del centro y la situación del rematador. Además, la inteligencia artificial transmite buenas sensaciones, con compañeros que no paran de tirarnos desmarques, y rivales que saben perfectamente en qué momento deben lanzar un pase largo y cuando retener el balón. En definitiva, balón, ritmo y aleatoriedad, son las piezas clave que hacen de cada jugada algo diferente, y que hacen de PES 2016 una experiencia bastante satisfactoria y divertida.
En cualquier caso, el juego sigue sin ser perfecto. Como digo, las transiciones entre animaciones a veces resultan un poco bruscas y no nos dan todo el control sobre la acción que nos gustaría, lo que nos lleva a realizar movimientos que quizás en un primer momento no pretendiamos hacer, y la presición de los pases o chuts no siempre es la óptima. Su aspecto técnico no es muy destacable. Y aún nos quedan detalles que valorar, como licencias, sonido, modos de juegos, y un aspecto delicado como es el online. En cualqueir caso nos queda poco más de un mes hasta el 18 de septiembre para salir de dudas y decidir cuál será nuestro simulador futbolístico preferido (si es que tenéis alguno) esta temporada. Probablemente los más fans de FIFA no cambiarán de opinión, y quizás tampoco los que se hayan llevado demasiadas decepciones por parte de Konami. Pero mi opinión es que si estáis en duda al igual que yo, este PES merecerá una oportunidad, o al menos no dudéis en probar la demo, que es gratis. Y si queréis podéis dejarnos vuestras impresiones de PES 2016 en nuestro foro.