El juicio que se está celebrando en estos momentos entre la FTC y Microsoft por la compra de Activision Blizzard está siendo una auténtica fuente de información sobre alguno de los entresijos de la industria. Sin ir más lejos, se ha demostrado que Jim Ryan mintió sobre la posible exclusividad de Call of Duty para Xbox, argumento que ha sostenido Sony desde el momento en el que se posicionó públicamente contra la compra del estudio hace ya varios meses.
Y precisamente hablando de los mismos protagonistas, lo que sí ha trascendido son algunos de los acuerdos entre Sony y Call of Duty, por los que además de tener la exclusividad temporal de algunos elementos jugables como mapas, modos de juego y skins, también se ha descubierto que había una cláusula de exclusividad en lo que a publicidad se refiere.
Los acuerdos entre Sony y Call of Duty limitaban la publicidad que se podía hacer en Xbox
Ha sido Florian Mueller el que ha compartido esta información a través de su cuenta de Twitter, en la que se ha desvelado que Xbox no pudo mostrar la última entrega de Call of Duty a través de su canal de Youtube hace un año (algo que ocurre generalmente siempre que se anuncia un nuevo AAA de renombre, en el que cada compañía sube el tráiler a su propio canal).

Pero es que además, los acuerdos entre Sony y Call of Duty han desvelado que no era posible que Xbox anunciara una entrega de Call of Duty a través de su propio Showcase. La única forma en la que podrían publicitarlo desde Redmond, era a través de su propio sitio web, el tan conocido Xbox Wire. Estas restricciones impuestas por Sony provocaron que Microsoft siempre estuviera negociando con Activision sobre qué podía y que no podía hacer.
Por tanto, se trató de un acuerdo cuyo único fin era limitar las formas de marketing que Xbox podía realizar sobre una franquicia tan importante como Call of Duty, restando el posible público objetivo que podría acabar comprando una consola Xbox para jugar a la franquicia.
¿Defiende esto la FTC?
La FTC se ha posicionado radicalmente en contra de la compra de Activision Blizzard por el posible golpe a la competencia que podría suponer. No obstante, no parece que se haya hecho ninguna declaración oficial sobre esta información entre los acuerdos de Sony y Call of Duty, cuyo único fin es, precisamente, reforzar una posición dominante en el mercado. Es un tanto extraño que el organismo defienda una postura que precisamente el mayor beneficiado sería aquel que estaba cometiendo lo mismo de lo que acusa a Microsoft.