Cierto es que la compra de Activision-Blizzard no se podía ver como algo que tuviese un valor pequeño. No obstante, la reciente noticia de los despidos en masa ha dejado entrever una situación muy distinta. Los despidos de Microsoft afectan al grueso de estudios implicados en la franquicia Call of Duty, afectando a prácticamente todos y cada uno de los estudios que están implicados en la franquicia. Desde Sledgehamer, High Moon Studios, Treyarch, Infinity Ward, Raven, Solid State Studios, Beenox, o demonware.
Todos han sufrido, en algún porcentaje, algún grado de reducción de personal, donde los principales afectados parecen ser las infraestructuras que habían estado más activas hasta ahora. Tal como ha comunicado el insider, especializado en los shooters, CharlieIntel, los despidos habrían sido sustanciales.
Los despidos de Microsoft afectan al grueso de estudios implicados en la franquicia Call of Duty ¿A qué se debe este movimiento?
En el post que ha publicado en X, se deja claro que los despidos han afectado a un 30% de los miembros de Sledgehammer, estudio responsable del criticado Modern Warfare 3. Del mismo modo, tenemos al estudio High Moon Studios, que habría visto un recorte del 10% de su plantilla. Toys for Bob habría perdido también el 30% de su staff. Del mismo modo, apunta que el resto de estudios de Activision, todos implicados de algún modo en la franquicia Call of Duty, se habrían visto afectados de algún modo.
De este modo se puede ver que la llegada de Activision a Xbox no ha sido para garantizar las mismas mecánicas y procedimientos de trabajo que venían haciendo. Es evidente que algo debía cambiar, pero lo cierto es que sorprenden mucho los motivos que están justificando todos estos despidos. Call of Duty era uno de los principales escollos a la hora de validar la compra de Activision-Blizzard-King por parte de Microsoft, por que es una franquicia que cada año sale muy rentable. Recortar personal, al nivel que se ha hecho, también podría verse como un intento de economizar todavía más esta franquicia. Pero no tiene lógica si interpretamos que lo que necesita la saga, es renovarse, más cuando parece que la apuesta de Microsoft es intentar llegar a más y más usuarios, a través de más plataformas. Es algo que el propio CharlieIntel asegura no entender, cuando argumenta que «Call of Duty es increíblemente rentable», suponiendo «más de 3.000 millones de dólares al año», sabiendo que «Xbox quiere más contenido en aún más plataformas. Y despedir gente sólo hará que eso sea peor y más difícil de lograr».
Lo cierto es que desde nuestra perspectiva podemos poner puntos sobre las íes sin saber realmente qué es lo que pasa ahí detrás. Se hablaba de un recorte abrumador, que afecta tanto a la recién llegada Activision-Blizzard, como a la propia Xbox, centrándose en el cierre de toda la vertiente de publicación de juegos físicos. El abandono de esta división, en gran parte por la falta de rentabilidad de ese mercado, parece ser algo que ha sido determinante. No obstante, no debemos olvidar, que entre las suspicacias que vienen dándose en torno a Xbox como ecosistema, el efecto «canibalizador» de Game Pass podría ser parte del «culpable». Como veréis, no se trata de darle cuerpo a la especulación, sino atender a la casualidad, o causalidad, de la situación.
Sea como fuere, parece innegable que los despidos de Microsoft afectan al grueso de estudios implicados en la franquicia Call of Duty. ¿Cómo pretenden afrontar el futuro de esta franquicia? Seguramente se puedan ajustar los recursos mucho, y se puede seguir siendo eficiente en el soporte y los lanzamientos futuros. Pero ahora toca esperar a ver las consecuencias, y lo más inmediato será ver cómo afecta esto al título de Call of Duty previsto para 2024.