Tras haberse dado a conocer un logro tan sobresaliente como que PUBG ha superado los 70 millones de usuarios, lo que más puede interesarles es conocer los planes de futuro de este juego. El que instauró un nuevo género, los battle royale, ha visto como su idea ha sido la fórmula de éxito de muchos otros juegos. Pero no ha dejado de ser su propia fórmula del éxito, aprovechando otra nueva tendencia, la de los juegos como servicio. De este modo, no parece probable que pretendan plantearse una secuela, ya que los responsables de PUBG quieren que el juego siga funcionando durante los próximos 20 años.
Nadie puede negar que es un planteamiento ambicioso, pues normalmente los juegos suelen requerir renovarse cada menos tiempo. El director del estudio, David Curd, ha sido entrevistado en Eurogamer, donde ha hablado abiertamente sobre los logros obtenidos y planes de futuro. Aunque no sea para desvelar nada respecto a lo que llegará, si que parece querer que PUBG sea un juego sin fecha de caducidad.
Exponiendo todo lo que ha crecido PUBG desde su lanzamiento, o cómo ha evolucionado, plantear un futuro con nuevos contenidos, mejoras y todo lo que pueda implementarse es algo que tienen en mente. Principalmente, alude a los mapas, Miramar o Sanhok, como referentes de la evolución y desde donde han conseguido acaparar el feedback de la comunidad para seguir creciendo. El tiempo les ha dado experiencia, donde ahora, «tenemos nuestras experiencias y prejuicios internos, estamos escuchando a la comunidad, estamos trabajando con profesionales de los eSports, teniendo en cuenta la protección de los favoritos de los fans».
Y con todo esto, atender a la comunidad permite mejorar y cara a futuro, Curd comenta que «es un juego al que quiero que los jugadores se unan dentro de 20 años, queremos seguir contando historias. Queremos seguir brindando nuevas experiencias. Yo diría que todo es posible». En cierto modo, se puede pensar que esta clase de iniciativas es posible para aquellos juegos que se ofrecen como servicio. Actualizar contenidos, hacer que la experiencia sea dinámica, bien con eventos, con nuevos mapas… Se podría poner en duda por el relevo de los hardwares, no obstante, adaptar los juegos a un nuevo entorno no debería ser considerado algo que deba obligar a pensar en secuelas.
No al menos en este tipo de juegos cuya riqueza está en la base de usuarios que dispone y sus beneficios pueden llegar con esos «tediosos» micropagos. Pero esto es un debate a parte de lo que se expone desde este estudio, donde los responsables de PUBG quieren que el juego siga funcionando durante los próximos 20 años. Veremos qué sucede, porque esa duración bien puede ser una manera de evitar promulgar que se esté pensando en una secuela inmediata. El auténtico reto no parece ser tanto dar soporte al juego durante ese periodo, como que la comunidad siga jugando y no se requiera de ajustes mayores en todos esos años.