Reconozco que, aunque hasta ahora me he enfrentado a muchos jugadores que han querido atacarme para robar mis tesoros, y alguna que otra vez también me he abalanzado yo mismo contra un barco enemigo para intentar hacerles un poco la puñeta, por el momento no me he tenido la sensación de toparme con nada demasiado extraño en los enfrentamientos PvP. Sin embargo, como podemos leer en WindowsCentral, los primeros tramposos ya han aparecido en Sea of Thieves.
A pesar de que Sea of Thieves es una aplicación de UWP (Universal Windows Platform, que cuenta con un sistema de seguridad que verifica la integridad del archivo a través de Internet, evitando la modificación no deseada de los programas, esto no ha logrado evitar que haya aparecido algún jugador que se ha metido más de la cuenta en el papel de pirata y ha logrado hackear el juego para aprovecharse mediante un programa externo de ventajas.
En concreto, hay un hack que permite a quienes lo usan apuntar directamente a la cabeza de sus enemigos, así como ver a través de paredes si hay tesoros. Esto les permite comprobar qué barcos van cargados de tesoros, para saber cuáles merece la pena o no atacar, y contar con más posibilidades de salir victoriosos luego en la batalla gracias al autoaim.
En esta ocasión además, teniendo en cuenta el cross-play con el que cuenta Sea of Thieves entre Xbox One y Windows 10, se trata de un hack que también puede fastidiarnos a los jugadores de consola. Esto no quiere decir que cada vez que os ataque un barco se trate de jugadores tramposos, y obviamente Microsoft trabajará en expulsar de Xbox Live a aquellos jugadores que no jueguen de forma legal.