No siempre nos pasamos los juegos que nos compramos, y la tentación de hacerse con otros juegos (las ofertas muchas veces tienen parte de la culpa) hace que terminemos abandonando juegos que aunque nos estuviesen gustando no hemos tenido todavía tiempo de completar, por ser quizás demasiado extensos o bastante exigentes en su dificultad.
El caso de Cuphead y su dificultad
Precisamente esto último es un tema un poco delicado en los juegos. Por un lado, cuando se nos impone un reto exigente, la satisfacción de completarlo también es mayor. Pero a veces, que un juego nos pida una mayor capacidad de concentración puede ser contraproducente, ya que nos llevará a abandonarlo si no encontramos en nuestro día a día un hueco en el que podamos dedicar esa capacidad de concentración y aprendizaje.
Supongo que en cierto modo es esto lo que ha ocurrido en el caso de Cuphead, juego que tan solo un 7% de los jugadores de Xbox One han llegado a completar. Cuphead no es un juego muy largo, aunque sí sea rejugable y cuente con secretos que descubrir. Sin embargo buena parte de sus compradores en la consola de Microsoft (Cuphead logró vender más de 2 millones de copias entre Xbox One y PC) han terminado abandonando el juego. Probablemente su elevada dificultad ha tenido algo que ver, ya que a pesar de ser un juego extremadamente vistoso, de esos que nos entran por los ojos antes que por cualquier otra razón, también nos pide que juguemos al máximo de nuestras capacidades para que la experiencia no termine por frustrarnos. Y no todos cuentan con la paciencia, habilidad, ni el tiempo necesarios. Y vosotros, ¿sois parte de ese 7%?