Entre tantos grandes lanzamientos que pudimos disfrutar durante el pasado 2021, sin duda alguna, Marvel’s Guardians of the Galaxy fue una de las sorpresas más inesperadas. El título de Square Enix, desarrollado por Eidos Montreal, demostró ser un muy buen juego para un jugador, al estilo Spider-Man o Batman, pero con mucha más personalidad. Aún siendo un título increíble, Marvel’s Guardians of the Galaxy vendió de lanzamiento por debajo de lo esperado, en consecuencia de la negativa que recibió Marvel’s Avengers.
Como muchos sabréis, a principios de este mes Marvel’s Guardians of the Galaxy aterrizó en Xbox Game Pass, con tan solo cuatro meses a las espaldas desde su estreno. Su llegada al exitoso servicio de los de Redmond podría haber sido debido al bajo número de ventas en su lanzamiento, aunque fue remontando con el paso de los meses, pero al parecer, según una reciente filtración de David Gibson, compartida por Idle Sloth vía Twitter, Microsoft habría pagado una gran suma de dinero por añadir Marvel’s Guardians of the Galaxy en Xbox Game Pass.
Microsoft habría pagado una gran suma de dinero por añadir Marvel’s Guardians of the Galaxy en Xbox Game Pass
https://twitter.com/IdleSloth84/status/1507700982658080777?s=20&t=lnGbGMPDOW0BtS6qSiWgRg
Al parecer, la llegada de Marvel’s Guardians of the Galaxy a Xbox Game Pass no se habría debido por una mala recepción, falta de jugadores o malas ventas, sino que podría haber sido un capricho de Microsoft, según dicha filtración, que ha indicado que los de Redmond habrían pagado entre 5 y 10 millones de dólares, para que los usuarios de Game Pass puedan disfrutar de una aventura de lo más divertida y vistosa.
En esta aventura de acción en tercera persona encarnas a Star-Lord, un cuestionable líder muy echado para adelante que ha conseguido convencer a un estrafalario grupo de insólitos héroes para que se unan a él. Un notas (que no eres tú, clarísimamente) ha desencadenado una serie de catastróficos eventos, y solo tú puedes mantener unidos a los impredecibles Guardianes el tiempo suficiente para evitar el colapso interplanetario.