A pesar de que la política estadounidense podría parecer que no tiene nada que ver con la industria del videojuego, lo cierto es que algunas de las medidas que el presidente Donald Trump tiene previstas para el futuro cercano han salpicado al ocio electrónico y ha hecho que las tres grandes compañías del sector unan fuerzas por una vez. Y es que Microsoft, Nintendo of America y Sony han elaborado un documento conjunto en el que protestan contra los aranceles que Trump quiere imponer a todos los productos importados desde China. Como se explica en el documento que puedes leer al completo aquí, este trío de gigantes del videojuego están en contra por motivos evidentes.
La razón está clara: el 96% de las consolas de videojuegos importadas a Estados Unidos durante el pasado año 2018 fueron fabricadas en China, por lo que un aumento arancelario a este tipo de productos haría que Microsoft, Sony y Nintendo obtuvieran menos ingresos o, por el contrario, les obligaría a aumentar los precios en tierras norteamericanas. En el documento se explica que la tercera vía sería desplazar la producción de las consolas a Estados Unidos u otro país, pero ello supondría una interrupción catastrófica del proceso y un enorme gasto en infraestructura.
Sony, Microsoft and Nintendo have written a joint letter to oppose proposed tariffs from the Trump administration.
Tariffs on video game consoles are currently set to increase by 25%.
96% of video game consoles imported to the US were from China. https://t.co/Fv10a7ST45 pic.twitter.com/6roH6sHDiw
— Daniel Ahmad (@ZhugeEX) June 26, 2019
El equipo del presidente Trump propone un aumento del 25% a los impuestos a productos importados desde China, lo que preocupa enormemente a Microsoft, Sony y Nintendo. Y es que los gigantes de la industria del ocio electrónico consideran que este incremento arancelario supondría un aumento de precio en sus productos y, por lo tanto, que numerosas familias estadounidenses no pudieran adquirir una consola en la próxima ventana de fiestas navideñas. Las tres compañías también resaltan que esta medida económica no solo les afectaría a ellas, sino a negocios de terceros como el de los creadores de accesorios o el de los programadores.
Microsoft y Sony, especialmente, se muestran preocupadas teniendo en cuenta que Project Scarlett y PlayStation 5, sus consolas de nueva generación, están a la vuelta de la esquina. La medida impositiva de Donald Trump afectaría muy negativamente al negocio en Estados Unidos y podría acabar salpicando también a otros territorios. Veremos en qué queda la protesta conjunta de Microsoft, Sony y Nintendo y si el gobierno estadounidense acaba haciendo caso a esta queja formal.