El debate que os quiero traer hoy ya se presentó hace meses cuando SONY confirmó que no asistiría al E3 y tanto la prensa como los usuarios empezaron a cuestionarse si sigue teniendo sentido una feria de ese estilo hoy en día. Hoy, tras la cancelación del E3 2020, vuelve a surgir la duda a la palestra esta pregunta: ¿Necesitamos una feria como el E3?
Los tiempos han cambiado. Aquellos años en los que la prensa especializada en videojuegos de todo el mundo viajaban una vez al año a Los Ángeles para conocer las novedades y lanzamientos que llegarían en los próximos meses han quedado atrás. Ahora la comunicación es inmediata y más directa que nunca. Los estudios de desarrollo y las distribuidoras se pueden comunicar directamente con los usuarios a través de las redes sociales y de sus propias vías de comunicación, y ya no necesitan reunir toda la atención en unos pocos días al año. Ahora tenemos información no solo mensual o semanal, sino diaria. Cada día surgen noticias, cualquier mañana podemos amanecer con un nuevo anuncio de la nueva entrega de nuestra saga favorita, o con la presentación de una nueva IP que nos sorprenda, o incluso con alguna cancelación inesperada. Es por eso que se abre el debate, no sin razón.
Hasta hace tres años la Electronic Entertainment Expo se celebraba a puerta cerrada, a la feria solo asistían las empresas relacionadas con la industria y la prensa, no solo la especializada, la generalista también iba, era la cita anual, la fiesta de los videojuegos. Tanto en las conferencias previas como en la propia feria se mostraban los títulos que saldrían a la venta en los próximos meses, se mostraban incluso datos económicos de cara a los inversores. Pero todo esto ya no tenía sentido.
El formato de feria necesitaba cambiar, por eso empezó a abrirse al público, al igual que hacen otras como la Gamescom de Alemania o la Tokyo Game Show de Japón. Gracias a Internet y el vídeo en streaming los aficionados de todo el mundo empezaron a poder seguir todas las conferencias, muchas de ellas en directo, lo que popularizó todavía más al propio E3. Y ahora que nos habíamos acostumbrado a tener esas conferencias una vez al año, parece que puede acabarse próximamente.
¿Necesita la industria una feria como el E3?
Como decía, las compañías ya no necesitan una cita anual para comunicar sus planes, ni a la prensa ni a los usuarios, ahora tienen vías de comunicación más directas para esto. Y el hacer sus anuncios en diferentes fechas supone que atraigan toda la atención, en lugar de tenerla compartida con otras marcas durante los días que dura el evento en junio. Pero sí que siguen necesitando tener reuniones, mostrar los resultados económicos a los inversores y entablar relaciones laborales entre empresas. El networking siempre será necesario, y si se hace de forma presencial mucho mejor. El tener este punto de encuentro siempre es una ayuda, sobretodo para esas distribuidoras más pequeñas y esos estudios de desarrollo que necesitan un publisher para lanzar sus títulos, aunque no es imprescindible que se tenga que realizar en unas fechas concretas.
Quizás para las más grandes ya no tenga tanto sentido el E3 como lo era hasta ahora, pero a las pequeñas siempre les da visibilidad y contactos.
¿Necesitamos una feria como el E3?
Desde mi punto de vista el tener una cita anual en la que ver anuncios y más anuncios es algo que todos los jugadores recordamos con cariño. Puede que no sea necesario en el sentido estricto de la palabra, pero sí que genera expectación, conversaciones y, en ocasiones, un sentimiento de hermandad entre todos aquellos que siguen las novedades. Lo bueno es que ahora tenemos anuncios y conferencias a lo largo de todo el año, pero no tienen la misma magia que juntarlo todo en las mismas fechas.
Concluyendo, es posible que esta feria no sea imprescindible ni para las empresas ni para los usuarios, pero el sentido nostálgico de la misma puede ser lo que le dé impulsos para evolucionar y encontrar su lugar dentro del mundo de los videojuegos. Quizás la ESA (Entertainment Software Association) debería tomar nota y aplicar una serie de cambios que agraden tanto a los expositores como al público. Los empresarios y representantes siguen necesitando reunirse para hacer negocios, y al público le gusta asistir a eventos, salones, ferias, cada vez más. El hecho de perder las conferencias previas repartidas durante 4 días es algo triste que todos echaremos de menos si se llega a perder.
No sabemos qué ocurrirá con la feria en años venideros, si se centrará en emisiones por streaming o seguirá siendo un híbrido, pero seguro que lo seguiremos con mucha ilusión. ¿Qué opináis vosotros?