La situación de la industria de los videojuegos lleva tiempo sin ser la más idónea. Casi todas las empresas han realizado múltiples despidos en los últimos meses, hasta el punto de que antes de mitad de año se había superado el número de despidos de 2023. Una de esas compañías fue Microsoft, que se vio obligada a despedir a cerca de 2.000 personas tras la adquisición de Activision Blizzard. Sin embargo, hoy se ha podido saber que habrá nuevos despidos en Xbox.
Ha sido Variety la que ha revelado la información, y donde ha confirmado que los despidos en Xbox afectará al 3% del total de la plantilla de Microsoft Gaming. En lo que se refiere a números brutos, serán alrededor de 650 personas las que perderán su puesto de trabajo, en un movimiento que va separado de la anterior ronda de despidos que hemos comentado unas líneas más arriba.
Los despidos en Xbox afectarán al 3% de la plantilla de Microsoft gaming
Según las palabras de Phil Spencer, estos recortes afectarán principalmente al personal de «funciones corporativas y de apoyo». «Durante el año pasado, nuestro objetivo ha sido minimizar las interrupciones mientras damos la bienvenida a los nuevos equipos y les permitimos hacer su mejor trabajo», dijo Spencer en un correo electrónico al personal el jueves. «Como parte de la alineación de nuestra estructura de equipo posterior a la adquisición y la gestión de nuestro negocio, hemos tomado la decisión de eliminar aproximadamente 650 roles en Microsoft Gaming, en su mayoría funciones corporativas y de apoyo, para organizar nuestro negocio para el éxito a largo plazo».

Al igual que en anteriores ocasiones, estos despidos no dejarán a los trabajadores con una mano delante y otra detrás, ya que además de recibir una importante indemnización, también contarán con seguro médico extendido y servicios de recolocación, en lo que se refiere a los trabajadores que vivan en Estados Unidos. En cuanto los residentes de otros países, se tomará una decisión dependiendo del país en el que se encuentren.
No obstante, Spencer asegura que si bien habrá «algunos impactos para otros equipos a medida que se adapten a las prioridades cambiantes y administren el ciclo de vida y el rendimiento de los juegos», no se cancelarán títulos, dispositivos o «experiencias» de videojuegos como resultado de estos despidos, y no se cerrarán estudios.