El cine de terror de serie b está de moda. Y, cuanto más indie y más violento sea, más posibilidades tiene de triunfar. El terror independiente está dejando de ser un género de culto y, poco a poco, está conquistando al público mayoritario. Esas son algunas de las claras conclusiones que podemos sacar desde hace algún tiempo, teniendo en cuenta cómo están funcionando esta clase de títulos en el mercado de cine. El ejemplo más llamativo ha sido el de Terrifier 2; película nacida de Kickstarter que llegó a unos pocos cines norteamericanos durante el Halloween pasado, con la idea de poder disfrutarse por los fans de la saga. ¿Resultado? Más de 15 millones de dólares recaudados, a nivel nacional e internacional, con creadores de la talla de Stephen King o Sam Raimi felicitando a los creadores y una nueva entrega en marcha.
Pero Terrifier no ha sido el único caso que ha gozado de este esplendor. Skinamarink es otro de los films que ha contado con un espléndido boca a boca, principalmente por la viralidad alcanzada en TikTok, resultando en más de 2 millones de dólares recaudados en Estados Unidos, con un presupuesto de $15,000. Y el caso más reciente ha sido el de Winnie The Pooh: Blood and Honey, remake de terror del clásico de Disney, que ha superado los 5 millones de dólares en taquilla con sus $100,000 de presupuesto.

Winnie The Pooh: Blood and Honey ha sido un éxito del terror de bajo presupuesto y ya tiene distribuidora en Europa.
Otros 2 clásicos de Disney tendrán remake gore, violento y sangriento, siguiendo a Winnie The Pooh y Peter Pan:
El éxito de Winnie The Pooh: Blood and Honey ha sido tal que su director, Rhys Frake-Waterfield, ya tiene en marcha nuevos proyectos, también basados en clásicos de Disney. Se trata de Bambi: The Reckoning y Peter Pan. Además, el propio creador ha comentado que la gente está deseando ver crossovers entre estos proyectos, así que Frake-Waterfield no descarta crear sus propios «Vengadores» con estas nuevas versiones de los cuentos infantiles. En cualquier caso, el éxito de estas producciones no ha pasado desapercibido por la industria y ya hay dos nuevos proyectos en marcha, que no necesitan la aprobación de Disney porque se trata de IPs de dominio público.
Se trata de Cinderella’s Curse (La Maldición de Cenicienta) y Sleeping Beauty’s Massacre (La matanza de la Bella Durmiente); proyectos que estarán dirigidos por la cineasta Louisa Warren. Aunque su nombre apenas sea conocido, Warren ya tiene experiencia llevando al cine de serie b cuentos clásicos, como es el caso de Curse of The Scarecrow o Tooth Fairy. Ambas películas tienen previsto su estreno para este año y, tal y como ha comentado Warren al portal Bloody Disgusting, su nueva versión del clásico encantará a los fans del gore.
«Esta película cambiará todo lo que sabéis del cuento. Es salvaje, oscura y horripilante. Quiero crear la experiencia de terror más incómoda hasta la fecha. Habrá mentiras, gore y una gran matanza. Si os fijáis en el material original, hay mucho con lo que jugar», comenta la directora.