El futuro de la saga Assassin’s Creed es de lo más prometedor, con juegos tanto RPG como RED que nos llevará hasta la Japón Feudal o títulos con un estilo más clásico como Mirage. Pero entre tantas entregas de Assassin’s Creed que hay en desarrollo, hay otras tantas que se han filtrado, como el remake de Assassin’ Creed IV Black Flag. Aunque muchos fans soñaban con ver un remake de la primera entrega protagonizada por Altaïr, parece que será Edward Kenway el que coja el timón de los remakes en Ubisoft.
Para los que andéis algo perdidos, Assassin’s Creed IV Black Flag se ha considerado con uno de los mejores juegos de la franquicia, ya que a pesar de que no es una historia al 100% de asesinos, Edward Kenway y su aventura por la era de los piratas mientras navegamos abordo del Jackdaw nos enamoró. Así que ahora, aún transcurrido bastante tiempo desde su debut y una reciente actualización sorpresa, a continuación os vamos a dejar con varios puntos sobre por qué aún vale la pena jugar Assassin’s Creed IV Black Flag después de casi una década.
Por qué aún vale la pena jugar Assassin’s Creed IV Black Flag después de casi una década
1. Ambientación espectacular
Por primera vez en la franquicia, Black Flag nos presentó una ambientación completamente diferente a los visto. En esta ocasión nos íbamos directamente al Caribe del siglo XVIII, una época donde la piratería, el saqueo y la aventura estaban al día. Como siempre, Ubisoft fue muy meticulosa con los detalles históricos, creando un mundo abierto increíble y vivo, que nos invitaba a navegar en cualquier rumbo, ya que nos toparíamos con sosrpresas en la mar e islas magníficas y repletas de secretos.
Uno de los aspectos más destacados de Black Flah y la gran novedad del momento, fue el sistema de navegación y las emocionantes batallas navales abordo de nuestro querido barco llamado Jackdaw. La experiencia de navegar por el mar, ajustar las velas, disparar cañones y avalanzarte sobre otros barcos, es bastante satisfactorio, hasta el punto que pasados tantos años, Black Flag sigue siendo un juego referencia para las entregas navales como Skull and Bones, que también es de Ubisoft.
3. Historia inolvidable y personajes carismáticos
Lo mejorcito de Assassin’s Creed IV Black Flag es y será siempre la historia de Edward Kenway, un personaje carismático que enamoró desde el principio hasta el final a todos los jugadores. El desarrollo de personaje desde ser un capitán pirata a convertirse en asesino es fascinante, como otros personajes en este caso históricos como Barbanegra o Calico Jack.
Por otro lado, la historia del presenta aunque ya no era tan increíble como desde la primera entrega hasta la tercera (historia de Desmond), fue bastante divertida, ya que las oficinas de Abstergo donde nos encontramos, podemos investigarlas al máximo, desbloqueando zonas y conociendo gente conforme avanzamos.
4. Exploración y contenido secundario
Volviendo al Animus con Edward Kenway, la exploración a lo largo de todo el Mar Caribe y sus diferentes islas son todo un gustazo. Pesca con arpón, investigación de naufragios, explorar tierra firme y mucho más, hacen que Black Flag sea una aventura sin límites. Y como era de esperar, en cuanto a contenido secundario, recoger los fragmentos del Animus, las Salomas para desbloquear canciones en el barco o mejorar el propio Jackdaw a nuestro estilo, son algunas de las cosas que aseguran una experiencia duradera y gratificante.
5. Legado y nostalgia
Assassin’s Creed IV Black Flag representa un momento emblemático en la franquicia. Para muchos fans, esta entrega protagonizada por Edward Kenway marcó un punto muy importante en la saga por su combinación de mecánicas jugables, narrativa envolvente y temática única. Así que poder disfrutarlo de nuevo ahora que se acerca el lanzamiento de Mirage y que se rumorea un posible remake de la propia entrega, es lo mejor que podemos hacer.