Esta misma semana conocimos la lista de nominados a The Game Awards 2024. La mayor sorpresa se produjo en la categoría reina, la de GOTY o Game of the Year, donde se colaron el indie del año Balatro y Shadow of the Erdtree, el DLC de Elden Ring. Sin embargo hay otras muchas disciplinas de gran interés y en las que Xbox sí ha conseguido una nutrida representación con muchos de sus juegos.
El más nominado de Xbox Game Studios es Senua’s Saga: Hellblade II y lo es por buenas razones. En ese sentido hoy queremos responder a la pregunta de por qué Hellblade II merece varios premios en The Game Awards. A continuación encontrarás nuestros motivos para las cuatro categorías en las que la obra de Ninja Theory en candidata, si bien hay algunas en las que tiene más posibilidades que en otras.
Una narrativa impecable
Aunque la nominación a Mejor narrativa es la más importante que ha logrado Hellblade II, también es la más competida. Comparte nominación dos títulos candidatos al GOTY como son Final Fantasy VII: Rebirth y Metaphor: ReFantazio, pero también con otros dos pesos pesados del año como Like a Dragon: Infinite Wealth y Silent Hill 2. Sin embargo, Hellblade II tiene algunas razones de peso para llevarse el gato al agua.
Dos de sus rivales son remakes que beben mucho de los originales, por lo que su desempeño narrativo ya tiene menos mérito de base. Los otros dos son títulos increíblemente largos, por lo que tienen mucho más tiempo para desarrollarse. Sin embargo, Hellblade II es una experiencia mucho más centrada en la historia y que la cuenta en unas pocas horas. Al increíble efecto sonoro de las voces que escucha Senua se suma en esta secuela una narrativa más cinematográfica y moderna, con momentos de acción más espectaculares y NPCs que acompañan a nuestra heroína en su viaje y le dan conversación.
Noche histórica para Melina Juergens
El de Mejor interpretación siempre es un premio emocionante porque va dedicado a la persona que da vida a un querido personaje más que al juego en sí. Melina Juergens, quien ya interpretó a Senua en el primer Hellblade, repite en el rol y lo hace con la misma brillantez (o más) que hace una década.
Su competencia la conforman Briana White (Aeris en Final Fantasy VII: Rebirth), Hannah Telle (Max en Life is Strange: Double Exposure), Humberly González (Kay en Star Wars Outlaws) y Luke Roberts (James en Silent Hill 2). Es un premio muy asequible para Hellblade II que debería ganar salvo sorpresa, lo que convertiría a Juergens en la primera intérprete en sumar dos Game Awards. Se viene noche histórica.
Experiencia auditiva sin parangón
Si por algo destacaba el primer Hellblade era por su sonido, pues la historia al completo giraba en torno a Senua y su enfermedad mental que le hacían escuchar voces en su cabeza, recreado a la perfección con un sistema de sonido envolvente gracias al uso de auriculares (como más se disfruta esta experiencia de juego).
Hellblade II sigue la misma línea, por lo que debería ser uno de los favoritos al galardón. Sin embargo, tendrá una importante competencia en Silent Hill 2. El resto de los nominados son Astro Bot, Call of Duty: Black Ops 6 (el premio quedaría igualmente en casa) y Final Fantasy VII: Rebirth.

Tan impactante como su antecesor
Hellblade ya ganó tres premios en su primera aparición en The Game Awards (exactamente los mismos a los que está nominado en esta ocasión a excepción de Mejor narrativa). Games for Impact es su cuarta y última candidatura, que premia a los títulos con mensajes poderosos con un significado social. El brillante y preciso trato de las enfermedades mentales de Hellblade ya le valió el premio en 2017, por lo que tal vez eso le reste puntos en esta edición, aunque lo merece de la misma forma.
Sus competidores son Closer the Distance (que habla sobre tragedias familiares), Indika (que trata un tema similar a Hellblade II pero con trasfondo religioso), Neva (el juego español que tiene un claro mensaje climático como protagonista) y Life is Strange: Double Exposure (una saga habitual de esta categoría por su enorme representación y diversidad de género y sexual). Es posible que Neva se lleve el gato al agua en esta disciplina y también nos alegraríamos por el estudio español Nomada.