Ahora que la serie de The Witcher de Netflix se ha estrenado, la popularidad de la saga de Geralt de Rivia, creada Andrzej Sapkowski en la literatura y adaptada a los videojuegos por CD Projekt RED, ha aumentado de una forma increíble. Miles de usuarios han vuelto a The Witcher 3: Wild Hunt, considerado por muchos como el mejor juego de la generación, pero el efecto moda también ha afectado a las dos primeras entregas de la franquicia y a los libros del escritor polaco. The Witcher 3 es alabado por todos, mientras que el primer título de la serie es conocido por ser el precursor y haberlo hecho muy bien con pocos recursos. Ahora bien, ¿por qué The Witcher 2: Assassins of Kings es el gran infravalorado de la saga?
No hay una respuesta fácil a esta pregunta, ni tampoco lógica alguna. The Witcher 2, lanzado originalmente en 2011 en PC y exclusivo en consolas tras su llegada a Xbox 360 en 2012, es el gran desconocido. Tal vez la barrera jugable que suponía enfrentarse al primer The Witcher impedía a muchos llegar al 2. Puede que otros directamente saltaran a la tercera entrega. No obstante, hoy estamos aquí para reivindicar a la segunda parte. La que, a nuestro juicio, es la más fiel al tono de las novelas de Sapkowski y, al mismo tiempo, muy realista (dentro de su universo de fantasía) gracias a una jugabilidad dura y despiadada.
La toma de pociones siempre ha sido algo vital para los brujos y en The Witcher 2 Geralt se lo tiene que pensar muy bien antes de hacerlo. Debe tomarlas antes de cada combate (no durante) y sin pasarse para no envenenarse. Otro de los puntos fuertes del juego es que apuesta por la calidad en lugar de la cantidad en lo que a misiones secundarias se refiere. Todas tienen un desarrollo interesante, que nos invita a pensar y que no siempre es guiado y facilón. The Witcher 2 quiere que nos metamos en la piel de un verdadero brujo, que sepamos que el trabajo de Geralt no es sencillo y que ganarse los orens cuesta lo suyo.
Miles de jugadore vuelven a The Witcher 3 gracias al estreno de la serie de Netflix
Estos son solo un par de motivos de por qué The Witcher 2: Assassins of Kings es un juego injustamente infravalorado y uno de los grandes productos de la franquicia de Geralt de Rivia. A ello hay que sumar una historia compleja, llena de política y aristas morales y que nos plantea dudas éticas a cada paso que damos. Es, tal vez, el juego más adulto de la saga de CD Projekt RED y, lamentablemente, ni siquiera estuvo nominado al GOTY 2011. No es de extrañar, pues incluso a día de hoy, casi una década después, sigue siendo un gran olvidado para los fans del brujo.