Quedan apenas dos semanas para el lanzamiento de una nueva entrega de la franquicia Assassin’s Creed, una de las sagas a las que ya estamos acostumbrados a disponer de nuestra dosis anual. Se trata nada más y nada menos que de Assassin’s Creed Syndicate, originalmente conocido como Assassin’s Creed Victory. En esta ocasión los chicos de Ubisoft (esta vez de la mano de su estudio de Quebec) nos transportan a una de las épocas más importantes de la historia reciente de la humanidad, la Revolución industrial. Y lo hacen colocándonos nada más y nada menos que en el epicentro de éste gran cambio social, tecnológico y económico: el Londres victoriano.
A estas alturas ya conocemos muchos detalles del juego aparte de la época en la que se desarrollará y su localización. Además de novedades como el gancho con cuerda (inevitable acordarse de la batgarra de Batman) que nos permitirá desplazarnos con mayor facilidad por Londres, o el salto a escena de los carruajes, que podremos conducir o pelear sobre ellos, una de las novedades más llamativas de este Assassin’s Creed Syndicate es que, por primera vez en la saga, el juego estará protagonizado por dos personajes, los hermanos Jacob y Evie Frye.
En nuestro primer avance de Assasin’s Creed Syndicate, con motivo del Assassin’s Creed Syndicate: The Tour, os pudimos contar cómo es jugar a éste título con Jacob, un Assassin con un estilo más directo y menos sigiloso que a lo que estamos acostumbrados a que sea un miembro de la Hermandad. En esta ocasión hemos podido probar el gameplay con Evie, hermana de Jacob, la cual mantiene ese estilo clásico de la franquicia, más enfocado al sigilo.
Antes de entrar a comentar lo realmente importante, la jugabilidad de lo que hemos podido probar de Assassin’s Creed Syndicate, hay que hacer una puntualización. La versión que hemos probado, a pesar del poco tiempo que queda para el lanzamiento del juego, era aún una alpha, por lo que del producto probado al producto final puede haber todavía mucha mejora. Y aun así, con tan sólo echarle un rápido vistazo a la pantalla, los fantasmas de Assassin’s Creed Unity desaparecen por completo.
Visualmente se podría decir que era impecable, tanto en modelado y calidad de texturas, así como en el rendimiento, donde primaba la fluidez, ofreciendo una experiencia sin tirones ni popping. Aunque también es verdad que la fase de Evie que pudimos probar no presentaba una cantidad ingente de npc como los que se movían en Unity. Aun así, el resultado en junio ya era muy bueno (e incluso cuando a finales de 2014 se filtró la existencia del juego, los chicos de Kotaku ya dijeron que el juego parecía estar acabado), por lo que en ese aspecto casi seguro que podremos estar tranquilos y confiar en que Assassin’s Creed Syndicate despeje cualquier duda sobre la capacidad de los chicos de Ubisoft Quebec.
La otra cara del penique
Sin embargo lo realmente interesante en esta ocasión es que por primera vez hemos podido jugar controlando a Evie Frye, hermana melliza de Jacob. Mientras que Jacob ofrece una jugabilidad mucho más enfocada al cuerpo a cuerpo, con un sistema de combate nuevamente rediseñado (con bastante acierto), Evie prefiere optar por el sigilo y las intervenciones con precisión quirúrgica.
Gracias a ésta demostración pudimos comprobar como Evie tiene habilidades diferentes a las de Jacob, las cuales se pueden ir mejorando con un sistema que recuerda al de los juegos de rol, y que marcan la diferencia de estilos entre un personaje y otro. En el fondo es algo no muy diferente a lo que ya pudimos ver en la entrega parisina, sólo que en Assassin’s Creed Syndicate se podría decir que tenemos las típicas clases de personaje, siendo Jacob el luchador y Evie la pícara.
Esto nos conduce a una nueva mecánica. Assassin’s Creed Syndicate está muy enfocado a dejarnos hacer las cosas a nuestra manera. Más allá de poder decidir como desarrollar las habilidades de cada uno de los mellizos Frye, a lo largo del título podremos elegir (salvo en determinadas misiones de la historia), con qué personaje cumplir nuestras misiones. Fuera de éstas podremos cambiar libremente de personaje, al más puro estilo Grand Theft Auto V, mientras que en las misiones elegiremos a quien controlar. Esto hará que una misma misión sea diferente según a quien elijamos, ya que si queremos explotar los puntos fuertes de nuestro personaje, las vías para completar nuestro objetivo serán unas u otras.
Una era de oportunidades
Esto también nos lleva a algo que ya pudimos ver en Assassin’s Creed Unity, pero que en Assassin’s Creed Syndicate está bastante más pulido. En Unity se nos presentó un sistema con el que, en ciertas misiones, podíamos completar objetivos adicionales que nos beneficiarían a la hora de completar nuestra misión. Por ejemplo podíamos crear una distracción para centrar la atención de los guardias en un punto alejado de donde pensábamos llevar a cabo nuestro ataque, o podíamos obtener información sobre un lugar apartado al que iba a acudir nuestro objetivo, donde resultaría fácil eliminarlo, pero más o menos el camino a seguir era siempre el mismo.
Assassin’s Creed Syndicate cuenta con un sistema similar, pero mientras que en Unity lo que hacías era acumular una serie de circunstancias beneficiosas, aquí lo que se ofrece son diferentes caminos para alcanzar nuestro objetivo final, aunque algunos también son del tipo a los de Unity que nos harán la vida más fácil. Una vez más el juego nos permite elegir cómo queremos hacer las cosas, dejando que busquemos nuestro propio estilo de juego y que hagamos las cosas acorde a cómo hemos ido desarrollando nuestro personaje.
Londres: acero, vapor y esmog.
Además de la jugabilidad y la historia (de la que apenas podemos decir nada más que que consistirá en librar a Londres del yugo templario que controla la ciudad), uno de los aspectos más interesantes de cada entrega de Assassin’s Creed es su ambientación. Hasta la fecha hemos vivido las Cruzadas, el Renacimiento italiano, la Guerra de independencia americana, la Edad de Oro de la piratería y la Revolución francesa, por mencionar las ambientaciones de los juegos más importantes de la franquicia. Assassin’s Creed Syndicate nos presenta el escenario más moderno hasta la fecha, el más cercano a la actualidad (sin contar las fases fuera del Animus).
El Londres victoriano, el Londres de la Revolución industrial, pinta de lujo en Assassin’s Creed Syndicate. Como ya os rebelamos en nuestro anterior avance, la distancia de dibujado es considerable y es un auténtico placer subir a lo alto de un edificio y poder reconocer la silueta de edificios tan emblemáticos de Londres como pueden ser la torre del Big Ben o la cúpula del Old Bailey. El Londres de Assassin’s Creed Syndicate es un escenario sorprendente y familiar al mismo tiempo, un lugar que estamos deseando poder visitar en profundidad y que seguramente nos de muchas horas de juego y diversión.