From Software sigue desafiando al mundo entero con sus propuestas jugables y un género que lleva de moda casi 15 años. Elden Ring: Nightreign es solo la última entrega de una larga lista de títulos que se presenta como un desafío para el jugador y una forma diferente de contarnos unas historia. Eso si, el estudio que dirige el ya aclamado Hidetaka Miyazaki ahora nos sorprende dando una vuelta de tuerca a la fórmula y convirtiendo su último juego en un rogue-like.
Hasta ahí todo es muy interesante, porque seamos francos, ya de por sí en muchos de sus juegos parece que estamos sufriendo algunos de los elementos de este género con tanta muerte que nos llevamos a manos de sus implacables jefes, pero ¿y si añadimos a la coctelera la posibilidad de enfrentarnos a jefes de muchos videojuegos de From Software? Es uno de los sueños más húmedos de muchos de los fans y en parte hemos podido verlo realizado con la beta que hace una semana pudimos probar. Después del debido reposo y reflexión de todo lo que hemos disfrutado con este pequeño anticipo, vamos a daros nuestras más sinceras impresiones sobre Elden Ring: Nightreign. Eso si, aunque intentaremos ser escuetos con la información que pueda considerarse spoilers, os recomendamos leer bajo vuestra propia responsabilidad si queréis llegar al juego final sin conocer ningún detalle.
Primeras impresiones de Elden Ring: Nightreign
Azote de la noche, elige tu clase
En esta pequeña beta de Elden Ring: Nightreign, como en el juego final, el objetivo es enfrentarse a un Señor de la Noche y derrotarlo. Las implicaciones para la trama del juego es algo que desconocemos a día de hoy, pero si conseguimos derrotar al susodicho, hemos completado la partida. Aquí teníamos una sola expedición, que es como se llama a las misiones en las que nos enfrascaremos para derrotarlos. Por supuesto, no aparecerán a las primeras de cambio y tendremos que sobrevivir a un total de 3 días para poder enfrentarlos en este último.
Lo primero de todo consistirá en elegir una clase predeterminada. En esta beta pudimos elegir entre cuatro clases distintas: Sylvestre, Duquesa, Guardián y Reclusa. El Sylvestre es una clase cuerpo a cuerpo con un escudo sencillo pero buena habilidad para las armas mas pesadas y cuerpo a cuerpo, con un gancho que nos permite tanto acercarnos a los enemigos como atraerlos a nosotros, y por si fuera poco, su habilidad especial nos permite dar un cañonazo muy potente que aturdirá a los enemigos más pesados. El Guardian mantiene un equilibrio entre el ataque y la defensa, con la posibilidad de volar con su habilidad especial, lanzando un ataque en picado e incluso protegiendo a los aliados. La Duquesa es la clase más ágil de todas, pudiendo realizar múltiples ataques por segundo y con la posibilidad de replicar sombras que imitan los últimos ataques realizados (por no hablar de la capacidad de hacer invisibles a los aliados). La Reclusa es la clase mágica por excelencia de la beta y tiene habilidades que permiten regenerar los puntos mágicos de los enemigos a los que impacta con sus esencias mágicas (además de poder recolectar de distintos elementos que permiten hacer combinaciones letales).
Ya en el matchmaking y con vuestra clase elegida, el juego os lanzará a explorar Altolimbo y caeréis en el mapa muy al estilo de lo visto en los Battle Royale (aunque en este caso será un halcón el que nos suelte en el suelo). No podéis perder ni un segundo, pues a medida que pase el tiempo, una tormenta empezará a arreciar y amenazará vuestra salud (de nuevo, como en muchos juegos tipo Fortnite o PUBG). Tendréis que visitar localizaciones ya vistas en el juego de From Software (aunque también con sutiles diferencias) para proveeros de armas, runas, objetos consumibles y cualquier otra herramienta que os permita enfrentar a las amenazas que llegarán al final del día.
Saquea, explora, recolecta… hasta que llegue la noche
El tiempo corre en vuestra contra, azotes de la noche. El mapa esta surtido de lugares que explorar y cada uno tiene sus atractivos. Por ejemplo, las ruinas tendrán abundancia de cofres y algunos jefes relativamente sencillos de derrotar, las iglesias os permitirán recolectar objetos consumibles muy prácticos a la vez que os permitirán llevar un frasco más de lágrimas carmesíes, las minas os permitirán conseguir piedras de forja (fundamentales para mejorar vuestras armas) y los campamentos tendrán un buen surtido de armas a vuestra disposición para empezar a personalizar el camino que recorrerá vuestro personaje y su build.
Explorar todas las ubicaciones posibles os permitirán acceder a gran variedad de recursos, pero de poco os servirán si no vais subiendo de nivel poco a poco. Aquí, en Elden Ring: Nightreign, cada nivel que subáis en un lugar de gracia os aumentará todas vuestras estadísticas por igual, lo cual viene muy bien si queréis cambiar radicalmente vuestro equipo en algún momento de la partida. Por supuesto, a mas nivel, mejores enemigos podréis derrotar. El mapa está bastante surtido de ellos, desde grupos de enemigos que no suponen una gran amenaza hasta jefes con todas las de la ley, que patrullan determinadas áreas del mapa con botines muy interesantes.
Cada vez que derrotéis a un jefe, podremos obtener una recompensa importante. Desde poderosas habilidades pasivas que mejoran aún más a nuestro personaje hasta poderosas armas con habilidades legendarias. Cuantos más jefes derrotéis, mas runas obtendréis y mejor equipo tendréis. A medida que el ciclo día-noche avance también lo hará la tormenta, que acabará estrechando su cerco en una pequeña zona donde tendréis el combate contra un jefe de los que no se achicarán con un par de golpes. Si conseguís derrotarlo, llegaréis al final del día y la tormenta se terminará, volviendo a abrir el mapa y repitiendo el ciclo otro día más. Derrotando al jefe del segundo día, pasaréis directamente al jefe de expedición y derrotarlo será el único objetivo que tendréis en este tercer día (sin tener que explorar más o recopilar más objetos). Venced al jefe de la expedición y habréis completado la partida satisfactoriamente.
La muerte es solo un sendero…que recorreremos todos
Por supuesto, haceros a la idea de que en Elden Ring: Nightreign vais a morir (y mucho además). Sin embargo, aquí la muerte no es necesariamente el fin del camino. Si morís durante el día, existe un intervalo de tiempo durante el cual tus aliados pueden reviviros si os dan unos cuantos golpes (algo un poco contraproducente si me preguntáis, pero yo no dicto las normas del juego). Si recibís la suficiente cantidad, os levantaréis y podréis seguir luchando. Morid dos veces más y entonces si que tendréis consecuencias: perder un nivel y las runas que llevéis encima. Podéis ir a recuperarlas, pero si morís otra vez, como es habitual, las perderéis para siempre.
Si todo el equipo muere durante el combate contra el jefe de la noche, fin de la partida. No obstante, como buen roguelike que se precie, no os iréis con las manos vacías. Además de conservar una cantidad de runas acorde a vuestro progreso en la expedición, también obtendréis unas reliquias que podréis equipar a vuestros personajes. Estas reliquias son de diversos tipos y no todas se pueden equipar en todos los personajes. Cada una tendrá una serie de efectos diferentes y en general os permitirán empezar las futuras partidas con cierta ventaja. Además, podréis conservarlas sin miedo a perderlas e incluso podréis venderlas por otras runas que os permitan comprar reliquias de mejor calidad (aunque en la beta esta opción no existía).
Por supuesto, otra forma de evitar una muerte prematura es visitar los distintos vendedores que pueblan algunas ubicaciones del mapa. Con las runas que obtengáis durante esa partida, podréis comprar equipo de todo tipo y objetos consumibles que os den una ventaja significativa en cualquier momento, pero claro, los precios no serán en la mayoría de casos muy atractivos. De vosotros depende gestionar vuestras runas de forma adecuada y subir niveles suficientes para poder usar el equipamiento más poderoso y así derrotar al Señor de la Noche.
Conclusiones de Elden Ring: Nightreign
Aunque no deja de ser una beta y queda mucho juego por ver, las sensaciones que esta demostración nos ha dado son muy positivas. El combate sigue tan fresco como ya lo era en Elden Ring, con habilidades especificas de clase que aumentan las posibilidades en los combates y con movimientos nuevos como los saltos de muro, los mapas son interesantes y ofrecen una buena mezcla de entornos en poco espacio y la dificultad, salvo alguna excepción, esta bien ajustada. Jugarlo con amigos es una experiencia muy gratificante y con personas aleatorias ha sido mejor de lo esperado.
No obstante, el éxito final de Elden Ring: Nightreign solo dependerá de una cosa: la cantidad de contenido que From Software decida incluir en el juego base. Aunque ya sabemos que un DLC está en camino, una propuesta de este estilo solo se mantendrá viva si From Software aprovecha la gran cantidad de jefes y mapas de los que dispone en sus franquicias. La beta solo disponía de un mapa y 4 clases para elegir, así que pronto empezamos a memorizar el mapa y los jefes comenzaron a repetirse más pronto de lo que nos gustaría. Si el juego final consigue mantener una gran variedad de contenido (expediciones, mapas, clases, etc.), podemos estar fácilmente ante otro bombazo en la historia de From Software. Solo el tiempo lo dirá.