En los últimos años, hemos visto como la creatividad se ha tomado un descanso para enviarnos una avalancha de remakes y remasters en el mercado de los videojuegos. Los remasters suelen enfocarse en optimizar el rendimiento, y mejorar la calidad visual mediante texturas de mayor resolución y mejores tasas de fotogramas, siempre sin alterar el contenido del juego original. Los remakes por su parte son versiones del juego hechas desde cero, que, en teoría, buscan mejorar no solo el apartado gráfico, sino también la jugabilidad, adaptándose a las tecnologías y mecánicas actuales, ofreciendo una experiencia renovada pero manteniendo la esencia del original. ¿Se están aprovechando realmente estos remakes para llevar los juegos clásicos a un nuevo nivel? ¿O están siendo una oportunidad perdida?
¿Son la oportunidad perdida en los videojuegos?
El caso de Dead Space Remake
Un caso reciente que nos puede responder a esta pregunta es el caso de Dead Space Remake. El original, lanzado en 2008, dejó huella en todos los que lo jugamos en nuestra Xbox 360. Uno de los aspectos que más destacan del juego, es su ambientación en la nave espacial “Ishimura”, la cual nos ofrecía una atmósfera agobiante y opresiva, que de cierta forma nos recordaba a “Alien”. Del Dead Space original también se puede destacar un fuerte componente de gore y un diseño sonoro memorable, ambos factores nos ponían la piel de gallina cada vez que escuchábamos algo a nuestro alrededor. La combinación de todo lo citado anteriormente hizo que el juego fuese revolucionario en su momento y no te dejara indiferente tras haberlo completado.
Expectativas y realidad del remake de Dead Space
Cuando se anunció el remake de este clásico, las expectativas eran altas, los fans deseaban una versión que no solo renovara el apartado técnico, sino que aprovechara la oportunidad para expandir la experiencia original, y profundizar en el vasto universo de Dead Space. Los desarrolladores siendo conscientes de que los jugadores querían este remake se dedicaron a escuchar a los fans durante el desarrollo, mediante X y los programas de feedback oficiales que abrieron.
Sin embargo, el remake de Dead Space se quedó a medias. A pesar de las notables mejoras gráficas y sonoras que aprovechaban las capacidades de Series S/X, parecía que la jugabilidad se quedó estancada en 2008, pues, aunque fue pulida y mejorada respecto al original se sentía tosca, el movimiento no tenía la fluidez que tienen los juegos de hoy. Además de la jugabilidad, el remake apenas expandió el lore del juego, ya que la nave era prácticamente idéntica (sin apenas zonas nuevas que explorar), y las misiones secundarias añadidas aportaban poco al desarrollo de la trama y eran bastante repetitivas. Este remake hubiese sido una oportunidad ideal para expandir el lore de Dead Space, añadir nuevas secuencias de video más espectaculares, añadir contenido a la historia y crear una experiencia que fuese más inmersiva que el original. Esta falta de innovaciones o de arriesgar a hacer algún cambio nos dejó con una sensación de ser un remake demasiado conservador, desaprovechado.
Resident Evil 4 Remake: Un modelo a seguir
Sin embargo, hay muchos otros remakes que no tiene salir de la zona de confort, un claro ejemplo es Resident Evil 4 Remake, el cual supo cómo implementar los cambios y mejorar para hacer justicia a un clásico. Capcom que últimamente nos tiene acostumbrados a hacer las cosas bien, afrontó un desafío considerable con el Remake de Resident Evil 4 (originalmente lanzado en 2005), y considerado uno de los juegos más queridos y mejor valorados de la saga. El remake sorprendió tanto a nuevos jugadores como fans del original, gracias a las nuevas mecánicas y mejoras que enriquecen la experiencia de juego. El combate, por ejemplo, se volvió mucho más dinámico gracias a la inclusión de mecánicas como el “parry” con cuchillo (aunque algo exagerado Leon parando de todo con un cuchillo si me preguntan), las batallas contra los jefes finales fueron completamente rediseñadas para ser más espectaculares y dinámicas. Además, ofrecía un equilibrio perfecto entre lo nuevo y lo clásico: mantuvo escenarios icónicos y secuencias memorables del original como la pelea con Krauser, pero también introdujo nuevas zonas nunca vistas, secuencias cinematográficas espectaculares y pequeños retoques a la historia, logrando un producto fiel al juego original que al tiempo que lo eleva con nuevas ideas y mejoras.
Este debería ser el modelo para seguir. En una época en la que los remakes dominan el mercado, Resident Evil 4 Remake establece un estándar que otros desarrolladores deberían considerar: conservar los elementos que hicieron grande al original, mejorar su jugabilidad para hacerla divertida en los tiempos que corren y añadir contenido nuevo y de calidad que nos haga revivir el juego sin tener la sensación constante de yo ya he estado aquí.
El futuro de los remakes: ¿Hacia dónde vamos?
Mirando al futuro, hay otros remakes prometedores en el horizonte, como Metal Gear Solid Delta, el remake del icónico Metal Gear Solid 3: Snake Eater. Las expectativas son altas, y los primeros adelantos muestran un esfuerzo en modernizar la jugabilidad al estilo de Metal Gear Solid V, ofreciendo cambio de cámara y controles adaptados a la actualidad, al mismo tiempo que nos ofrece jugar tanto con la cámara antigua, como controles antiguos. Si es verdad que mantendrá la historia y cinematografía intactas, pero en este caso es un juego con una trama, que digamos que es difícil de tocar y por tanto creo, que los jugadores preferimos que sea fiel. Es cierto, que aún está por verse si cumplirá con las expectativas, pero si solo juzgamos lo mostrado parece que va por buen camino y confío que va a cumplir de sobra.

Otro título que ha cumplido haciendo un remake es Persona 3 Reload. Este título ofrece una experiencia más profunda y completa, rehaciendo cinemáticas y renovando el combate, además de revisar ciertos aspectos narrativos entre otras tantas cosas. El remake es un intento de hacer que el juego se sienta fresco para nuevas audiencias, mientras satisface a los veteranos de la franquicia, sobre todo a los jugadores que venían de Persona 5.
Conclusión: La importancia de aprovechar los remakes
En definitiva, los remakes tienen el poder de ofrecer algo más que un simple lavado de cara gráfico, son una oportunidad para visitar de una nueva manera experiencias clásicas, profundizar en sus historias, pulir sus mecánicas y adaptarlas a la actualidad. Sabemos que la nostalgia juega un papel importante en el interés por estos títulos, pero en el mercado actual, con una audiencia exigente y acostumbrada a experiencias modernas, necesitan algo más que una mejora visual para captar su atención y atraer nuevas audiencias. Esperamos que futuros remakes sigan el ejemplo de Resident Evil 4 Remake y Persona 3 Reload, y aprovechen el potencial de las nuevas tecnologías para ofrecernos experiencias que, sin perder la esencia del original, nos sorprendan como si fueran juegos completamente nuevos.