Bayonetta se ha convertido, con el paso del tiempo, en uno de los juegos referencia del hack’n slash por méritos propios. En su momento fue un título muy esperado por el recientemente fundado Platinum Games y hoy se ha convertido en todo un emblema de la compañía. Algo que no es para menos.
Su fluida jugabilidad, el diseño de enemigos y niveles y sobre todo el carisma de su protagonista hicieron de Bayonetta una de las grandes revelaciones de Xbox 360. Y siguen consiguiendo que hoy en día sea un título que merezca la pena volver a jugarse; algo que podemos aprovechar desde ya mismo gracias a la retrocompatibilidad de Xbox One.
De Clover Studio a Platinum Games
En 2004, Capcom fundó Clover Studio. Aunque la vida de este equipo fuese bastante corta, terminando en 2007, el estudio nos ofreció dos clásicos que el público siempre le agradecería: Viewtiful Joe y Okami. El talento de Clover Studio no tardó mucho tiempo en refundarse; de su fusión con la compañía OCD Incorporated nació, en 2006, Platinum Games. Concretamente, fueron tres titanes de la industria japonesa quienes decidieron fundarla: Shinji Mikami (Dino Crisis, Resident Evil o The Evil Within), Hideki Kamiya (Resident Evil 2, Devil May Cry) y Atsushi Inaba (Samurai Shodown, Resident Evil: Code Veronica, Steel Batallion).
Platinum Games mostró rápidamente el talento y las ganas de marcar el mercado con su primer título: MadWorld (2009), aclamado tanto por su argumento como por su estética. Bayonetta (2010) sería el segundo juego que vería la luz y el que terminaría por consagrar a Platinum Games entre crítica y público. Posteriormente llegaron nuevos juegos como Vanquish, Anarchy Reigns o Metal Gear Rising: Revenge, pero sin duda fue Bayonetta el título que marcaría un antes y un después para el futuro de la compañía.
Bayonetta llegó a nuestras consolas un año muy potente. Call of Duty: Black Ops, BioShock 2, Red Dead Redemption, Mass Effect 2 o Assassin’s Creed: La Hermandad fueron solo algunos de los titanes que salieron ese año. Dante’s Inferno y God of War III se convirtieron en su competencia directa. Sin embargo, independientemente de los rivales, Bayonetta se ha convertido, con el paso del tiempo, en uno de los grandes pilares del hack’n slash y el símbolo de Platinum Games.
La caza de brujas ha comenzado
Bayonetta nos traslada a un mundo de fantasía urbana; una Tierra plagada de ángeles y brujas. En ella rápidamente conocemos a nuestra protagonista, Bayonetta, una bruja impertinente, descarada, desvergonzada y muy chula, que no tiene ningún problema en acribillar a balazos a cualquiera que intente molestarla.
La bruja Bayonetta no recuerda nada de su pasado y ese será el motivo principal de la trama: descubrir quiénes somos, de dónde venimos y por qué todos los seres celestiales quieren acabar con nosotros. A lo largo de sus 16 capítulos, Bayonetta viajará por el Mundo Humano, Paradiso (el hogar de los ángeles) y Purgatorio (una versión paralela del mundo humano) para acabar con sus enemigos y descubrir su pasado.
Si decidimos darle una oportunidad a Bayonetta, descubriremos que su jugabilidad no ha empeorado con el paso del tiempo. Bayonetta nos ofrece un hack’n slash puro, con tres niveles de dificultad, donde tendremos que enfrentarnos a grupos de enemigos variados usando todas las armas que tengamos a nuestra disposición; tanto las pistolas con las que vayamos equipados, nuestras propias manos o las armas que consigamos arrebatar a nuestros enemigos muertos.
Nuestra protagonista se mueve con muchísima fluidez, lo que nos permitirá aprovechar todos sus movimientos y combos. En Bayonetta contaremos con dos botones de ataque, que podrán combinarse ofreciéndonos una gran gama de movimientos. La agilidad con la que se mueve nuestra protagonista unida a dichos combos hará que la adrenalina aumente y se nos dispare, conforme avanza el combate. Sin embargo, destacan especialmente dos tipos de habilidades que nos encantará utilizar en combate y querremos repetir una y otra vez.
La primera de ellas son las ejecuciones. Emulando los instrumentos de tortura de las persecuciones religiosas de los siglos XV y XVI, Bayonetta podrá invocar damas de hierro, ruedas o guillotinas. Bastará con activar los “quick time events” para desencadenar la venganza. Las torturas nos ofrecerán escenas sangrientas, muy violentas y muy satisfactorias.
El segundo elemento que nos será de gran utilidad en el combate será el Tiempo Brujo. Este mecanismo se activará cuando consigamos esquivar a un enemigo justo cuando vaya a atacarnaos y nos permitirá, durante unos segundos, ralentizar a nuestros enemigos y aprovechar para golpearlos sin parar. Algo que nos será enormemente útil sobre todo contra los jefes más resistentes.
Pero estos no serán los únicos poderes con los que cuente nuestra bruja. Cuando lleguemos determinarnos niveles, Bayonetta podrá convertirse en animales (como una pantera), poder que nos será indispensable en según qué momentos. Además, al enfrentarnos a los increíbles jefes, Bayonetta podrá invocar una terrible bestia que hará de sus combos algo mucho más espectacular de lo que habitualmente veremos.
Los escenarios de Bayonetta estarán plagados de objetos que podremos romper y en los que encontraremos bien objetos, bien halos. Estos halos- que también conseguiremos acabando con nuestros enemigos- serán la moneda del juego. Cuando acudamos a The Gates of Hell (“Las Puertas del Infierno”), a través de los portales dispersos por el juego, Rodin nos pedirá halos a cambio de ofrecernos armas, objetos o mejoras, entre otras cosas.
El juego combinafases de combates hack’n slash puro con fases de plataformas, donde tendremos que estar muy pendientes para no caernos al vacío. Además al final de cada nivel podremos conseguir halos u objetos a través del minijuego Angel Attack (cuyo esquema nos recordará al de los shooter sobre raíles), donde tendremos que atinar a la cabeza de los ángeles con unas pocas balas. Bayonetta nos invita a rejugarlo con distintos añadidos, como Los Portales de Alfheim; unos retos ocultos en el juego en el que tendremos que acabar con nuestros enemigos siguiendo instrucciones (por ejemplo, acabar con ellos usar un número determinado de ataques).
Las Puertas del Infierno
Además de por su estupenda jugabilidad, Bayonetta nos entra por los ojos. El juego nos ofrece un diseño espectacular, donde los ritos, cultura y creencias cristianas están perfectamente bien cuidadas y detalladas.
Bayonetta se desarrolla en un mundo de fantasía urbana ambientado en la Europa Central. Las calles estarán llenas de pequeños detalles que nos recordarán al continente europeo, pero lleno de magia. La mitología de las brujas está muy bien cuidada; el cuervo, animal que más habitualmente invoca Bayonetta con su pelo, siempre ha estado ligado a la brujería y ha sido frecuentemente utilizado como mensajero y oráculo. Las mariposas que acompañan a Bayonetta y la pantera (que no es más que un enorme gato negro) también cuentan con su significado especialmente mágico en la cultura popular.
La jerarquía angelical de la teología clásica está muy bien tratada en el juego; si nos fijamos, cada enemigo pertenecerá a una clase angelical diferente. Resulta además muy curioso que, al morir en en algunas escenas, podamos ver cómo unas enormes garras salen de la Tierra para arrastrarlos al Infierno.
La historia de Bayonetta también cobra fuerza gracias a sus carismáticos personajes. Rodin, Enzo, Luka o Jeanne, la rival de Bayonetta, derrochan carisma y consiguen que nos interesemos por la historia de Bayonetta. Sus diálogos están bien cuidados y mantienen el hilo de la historia, alejándose de esas escenas largas y tediosas, donde el jugador acaba perdiendo el hilo. En Bayonetta las intervenciones de los personajes son cruciales para que los conozcamos y nos vayamos enterando de la historia; algo en lo que Platinum Games consigue destacar.
Fly me to the moon
El apartado musical es otro gran punto a favor de Bayonetta. Por encima de Fly me to the moon, canción que popularizó Frank Sinatra y que estará presente en muchos momentos del juego, hay que destacar los cantos gregorianos y “angelicales”. Estas melodías cuadrarán perfectamente con el aura místico que quiere transmitirnos el juego y especialmente con los momentos centrados en el pasado de Bayonetta como bruja de Umbra. Pero, a diferencia de estas músicas, en otras ocasiones nos encontraremos con canciones en japonés que nos sacarán completamente del combate y del juego.
Aunque Bayonetta nos llegue en inglés subtitulado al español, las voces en inglés son todo un acierto. Especialmente cabe destacar el trabajo de Hellena Taylor, que hace un papel estupendo prestándole la voz y el acento británico a nuestra protagonista.
Es cierto que Bayonetta gráficamente ha envejecido, pero enseguida nos acostumbraremos. Los gráficos nos sorprenderán solo al principio, porque la jugabilidad y el diseño enseguida nos atraparán y no nos harán darnos cuenta de que estamos ante un juego de hace 8 años. Los frames, como lo eran en su día, se mantienen estables y no percibiremos fallos que nos entorpezcan la partida.
Conclusión: un título de culto que sigue mereciendo la pena
Bayonetta salió a la venta en 2010, en pleno auge del género hack’n slash. Sin embargo, no se amedrentó frente a rivales como Devil May Cry y nos ofreció un juego muy entretenido, bien cuidado y con una protagonista igual de descarada que Dante.
Una vez más es de agradecer que, gracias a la retrocompatibilidad de Xbox, podamos seguir disfrutando de uno de los grandes juegos de culto de la generación pasada, el título insignia de Platinum Games y uno de los hack’n slash más entretenidos que podamos encontrarnos. Tanto si lo jugasteis en su momento como si no pudisteis hacerlo, Bayonetta os invita a que lo disfrutéis en cuanto podáis.