Sam Lake es uno de esos genios del mundo de los videojuegos cuyas historias nos cautivan y nos llevan a increíbles mundos con conceptos bizarros y novedosos en este mundillo. Atrás quedan las dos primeras entregas de Max Payne, Alan wake y Quantum Break entre otras obras; ahora Remedy se enfrenta a una nueva etapa en la exitosa trayectoria de su estudio en la que la compañía actuará como Third Party lanzando juegos bajo la editora 505 Games. El director creativo del estudio finlandés, Sam Lake, ha hablado el medio polaco Polygamia y ha soltado varias perlas que dejan entrever el futuro de la saga Alan Wake así como aclarar a quién pertenecen las licencias de Alan Wake y de Quantum Break.
El redactor pregunta al creativo sobre el vídeo que mostraron del prototipo de Alan Wake 2 y sobre si el proyecto y la saga están muertos, las respuesta de Lake no distan mucho de las concedidas hace unos días a Eurogamer. «No hay nuevas noticias aquí. He dicho varias veces que me encantaría continuar la historia de Alan Wake. Tenemos los derechos de la licencia y creo que hay interesantes historias que contar sobre ése mundo», comenta Sam Lake. «Crear un juego requiere mucho más que tener clara su parte creativa: hay aspectos económicos y demás que tienen que ocurrir para que el juego se materialice. De momento no hemos encontrado una combinación de dichos elementos que nos den la seguridad de que podríamos hacer el juego como nosotros querríamos».
«Hemos sentido que había alguna posibilidad aquí o allá pero si lo hacemos es porque encontramos un compromiso considerable. Así que si algún día volvemos a esto será porque los astros se han alineado para que realicemos el juego tal y como nosotros queremos, sin restricciones. No pierdo la esperanza de que algún día suceda, me encantaría, pero todo tiene que salir perfecto. De momento buscamos oportunidades y se nos ocurren nuevas ideas, pero no estamos desarrollando una secuela de Alan Wake».
Sobre Quantum Break, Sam Lake nos da nueva información de la IP y sobre si es posible una continuación:
«Quantum Break nunca ha sido nuestra licencia. Desde el principio Microsoft nos pidió que creásemos un juego con una narrativa interactiva. Así que buscamos antiguas ideas que teníamos en el estudio y empecé a trabajar en una de ellas que tuviese que ver con decisiones, viajes en el tiempo y mundos paralelos. Fuimos a Microsoft a venderles la idea, les gustó y eso creó Quantum Break. Pero desde el principio sabíamos que íbamos a hacer el juego para ellos, que sería su propiedad intelectual. Y como es su licencia, si alguien quiere hacer algo con ella el primer paso lo tiene que dar Microsoft y no nosotros».