Corría el año 2013 y las misiones navales de Assassin’s Creed 3 habían sido todo un éxito. Ubisoft lo sabía y lanzó ese mismo año Assassin’s Creed IV: Black Flag mientras desarrollaba un juego única y exclusivamente dedicado al barco y las batallas en alta mar. Su nombre era Skull and Bones. Un Skull and Bones que ya acumula seis retrasos tras el confirmado en el día de ayer, que se anunció junto a la cancelación de otros tres proyectos de Ubisoft y que pone de manifiesto las dificultades que está atravesando la compañía francesa en los últimos tiempos.
Como comentábamos, la andadura de Skull and Bones se inició en 2013 y ahora, diez años después y tras rumores de reinicios del desarrollo y todo tipo de habladuría sobre el acuerdo comercial con Singapur que obligaría a Ubisoft a lanzar el título sí o sí, este atraviesa su momento más delicado. Cuando ya tenía una fecha que parecía definitiva para el próximo mes de marzo, el nuevo retraso habla sin especificar mucho que Skull and Bones podría irse incluso hasta principios de 2024, dentro de todo un año.
La incertidumbre sobre un videojuego que nunca se ha visto demasiado claro es ahora más grande que nunca. Y es que pocos títulos se han tenido que enfrentar hasta a seis retrasos, algo con lo que Skull and Bones tendrá que lidiar. ¿Cuándo acabará llegando? ¿En qué condiciones lo hará? ¿Quiere realmente Ubisoft sacar a la venta este juego o solo está obligada por su acuerdo con el gobierno singapurense? Todas estas y más preguntas revolotean en el ambiente, pero no parece que vayamos a obtener pronto las respuestas.