La telenovela que involucra a Microsoft, Activision Blizzard, Sony y la CMA (la Autoridad de la Competencia y el Mercado de Reino Unido) parece no tener fin. En las últimas horas han salido a la luz múltiples documentos confidenciales de la operación, así como declaraciones de Jim Ryan en las que aseguraba que no quería un nuevo acuerdo con Call of Duty, sino sencillamente bloquear la fusión. Ahora, en ese mismo sentido, Sony exige a la CMA que no acepte ningún acuerde entre ella y Microsoft, tal y como hemos podido ver en las conclusiones de la respuesta de la compañía japonesa a la reguladora británica y que data del pasado 22 de febrero. Dice así:
“En conclusión, para abordar el daño competitivo causado a las consolas y los juegos en la nube, la transacción debe prohibirse o estar sujeta a un remedio estructural. SIE es extremadamente escéptico de que se pueda llegar a un acuerdo con Microsoft, y mucho menos monitorizarlo y hacerlo cumplir de manera efectiva. Como resultado, la CMA no debería aceptar un compromiso de comportamiento que fue diseñado para formar la base de un acuerdo entre Microsoft y SIE porque no hay una perspectiva realista de que se alcance tal acuerdo que mantendría una competencia efectiva. En términos más generales, los remedios conductuales no son adecuados para este caso debido a la palanca que le darían a Microsoft sobre PlayStation y la dificultad que encontraría la CMA para especificar, monitorizar, vigilar y hacer cumplir cualquier compromiso conductual”.
Como puedes ver, Sony sigue en sus trece y en la misma postura que en el momento en que comenzó la disputa. El CEO Jim Ryan, complementariamente a las declaraciones de las que nos hacíamos eco hace unas horas, también insta a la CMA a que no acepte acuerdos entre Sony y Microsoft porque la primera no los va a aceptar tampoco y, en segundo lugar, porque les resultaría imposible monitorizar si Microsoft está cumpliendo con su parte del acuerdo. Los rumores en los últimos días apuntaban a que la CMA ya estaba más cerca de dar el sí que el no a la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, pero no será porque Sony haya puesto de su parte.