La demanda colectiva que llevaba meses gestándose contra Sony ha terminado materializándose y admitiéndose. Como ya os comentamos hace unos meses, una cantidad importante de usuarios de PlayStation habían decidido presentar una demanda colectiva por el supuesto abuso de mercado que estaba cometiendo la marca, a través de su Store. En un movimiento denominado «PlayStation You Owe Us», la demanda gira esencialmente en torno a ciertas conductas que habría estado llevando a cabo Sony desde el 19 de agosto de 2016, como mínimo; conductas a través de las cuales se habría estado aprovechando de su posición dominante en el mercado para aplicar cargos excesivos a los consumidores británicos, ya fuera mediante compras de juegos digitales o mediante compras in-game.
«En esencia, los demandantes entienden que el ecosistema de Sony está impidiendo que desarrolladores y distribuidores solo puedan acceder a los usuarios a través de PlayStation Store y PSN. Resultando en que los consumidores paguen un precio superior por las compras digitales y contenido in-game; un precio que, de otro modo, no habrían pagado», podemos leer en el informe del CAT británico.

Sony sí irá a juicio por conductas antimonopolio, al haber admitido la demanda colectiva ante el CAT británico.
Sony irá a juicio por conductas antimonopolio al admitirse la demanda «PlayStation You Owe Us»:
De acuerdo a los demandantes, Sony habría incurrido en conductas monopolistas aprovechándose de su posición dominante en el mercado, introduciendo ciertas condiciones que estarían restringiendo la competencia y que son las siguientes:

- Sony no permite que los sistemas operativos de terceros puedan utilizarse en PlayStation, ni permite que los jugadores jueguen a través de aplicaciones third-parties.
- Los juegos digitales de uso en PlayStation solo pueden comprarse y venderse a través de PlayStation Store. Lo mismo sucede con el contenido añadido (como DLCs), salvo limitadas excepciones.
- Sony carga a los desarrolladores una comisión por todas las compras de juegos y añadidos realizados a través de PlayStation Store, ascendiendo a un 30% (del precio pagado por el consumidor).
«Los demandantes entienden que Sony ha abusado de su posición dominante por:
-
Imponer la obligación, en la forma de restricciones de distribución digital, que impiden a los consumidores de Sony acceder a otras vías de acceso a juegos y contenidos de juegos, limitando la competencia actual o potencial de otros distribuidores.
-
Atando su propia Store de juegos digitales y contenido in-game a las ventas de consolas de PlayStation y/o software de PlayStation, limitando la competencia».
Por su parte, Sony intentó que la demanda no se admitiera alegando que estaba infundada, que los demandantes han realizado un análisis de mercado subjetivo y que las acusaciones toman como referencia datos sesgados. No obstante, el CAT británico ha optado por admitir la demanda colectiva, entendiendo que Sony no ha conseguido aportar argumentos sólidos que justifiquen la inadmisión tanto de la demanda, como de las peticiones en ella incluidas. Como consecuencia, Sony irá a juicio por posible conductas antimonopolio, enfrentándose a una sanción que podría llegar a los 5.000 millones de libras.
«Este es el primer paso para asegurar que los consumidores recuperen lo que se les debe por parte de Sony, por haber vulnerado la ley. Sony se ha aprovechado de la lealtad de los jugadores, habiéndoseles cargado precios excesivos durante años.
Es significativo que el CAT haya reconocido que Sony debe explicar sus acciones en un juicio. Con esta demanda buscamos poner fin a esta conducta ilegal y asegurarnos de que los consumidores sean compensados», ha comunicado Alex Neil, representante de los jugadores, en una nota de prensa.