Microsoft está decidida a poner toda la carne en el asador frente a los organismos de la competencia, por la compra de Activision Blizzard, y ha decidido ser clara en su defensa. Para empezar, ha salido a la luz que Sony mintió sobre el acuerdo de duración de la licencia de Call of Duty que le ofreció Microsoft; este no era de 3 años, como manifestó Jim Ryan, sino de 5, extendiéndose posteriormente a 10. Esta duración, sumada a los 2 años que restan del acuerdo con Activision Blizzard, haría un total de 12 años de licencia; muchos más que los tres años que inicialmente manifestó Sony.
Pero eso no es todo. Según las alegaciones que Microsoft ha presentado ante la FTC, Sony sigue negándose a darle información crucial sobre su compañía, para demostrar que efectivamente no habría daño alguno a la competencia tras la adquisición de Activision Blizzard. Según Microsoft, el objetivo de acceder a esta información es conocer y entender las métricas y parámetros que evalúa, así como, muy probablemente, conocer el alcance real de Call of Duty en PlayStation y saber por qué se ha negado a aceptar el acuerdo.

El acuerdo que ofreció Microsoft por Call of Duty no era de 3 años, como decía Sony, sino de 5.
Sony sigue ocultando información a Microsoft pese a haber salido a la luz los acuerdos de bloqueo de Xbox Game Pass

No obstante, tal y como ha manifestado Sony, solo pondrá la información en conocimiento de la CMA y los organismos reguladores de la competencia. Algo ilógico a todas luces porque, para garantizar la defensa de Microsoft y evitar una posible arbitrariedad de la Comisión Europea, por ejemplo, es necesario que Microsoft conozca esa información, como parte acusada, para poder defenderse. Quebrar el derecho a la defensa, en un procedimiento ante la Comisión Europea, podría llegar a tirar el bloqueo de Activision Blizzard al completo, si este llegara a producirse.
Pero eso no es todo. Y es que Microsoft ha desvelado que es consciente que algunos acuerdos de Sony con third-parties pasaban por bloquear el acceso de juegos a Xbox Game Pass. Tal y como indica:
«Estos contratos son relevantes. Entre otras cosas, Microsoft es consciente de que PlayStation exige a muchas distribuidoras third-parties que acepten medidas de exclusividad provisional, incluyendo el bloqueo de sus juegos en los servicios de suscripción de Xbox. Pero Microsoft no conoce la extensión de estos acuerdos, ni cómo impactan en la competencia de la industria».
Por lo tanto, es lógico que quiera conocer el contenido de esos acuerdos, pues la acusación de Sony caería por su propio peso si se demostrara que ella misma también ha dañado la competencia, impidiendo que los juegos lleguen a Xbox Game Pass.