Square Enix, una de las compañías de videojuegos más prominentes, está a punto de embarcarse en una transformación significativa en respuesta a las pobres ventas de Final Fantasy XVI, su último gran título. Durante la presentación de resultados trimestrales, el presidente Takashi Kiryu no solo compartió cifras, sino también un ambicioso plan para reestructurar el proceso de desarrollo de la empresa con el objetivo de elevar la calidad de sus juegos.
La drástica revisión propuesta por Kiryu implica un cambio fundamental en la estructura de desarrollo de Square Enix. Uno de los aspectos clave de esta iniciativa es la reducción de la subcontratación y un enfoque más centrado en los grandes equipos internos. A diferencia de las empresas occidentales, Square Enix no cuenta con estudios de desarrollo con nombres propios, sino con diversas «Unidades de Negocios Creativos» que abarcan varios proyectos. La idea es consolidar los esfuerzos internos para mejorar la cohesión y la calidad general de los juegos.
Square Enix en la encrucijada tras las ventas de Final Fantasy XVI
Esta revisión no es simplemente un cambio de enfoque; es una evaluación exhaustiva desde la base destinada a determinar la mejor estructura organizativa para impulsar la calidad y la rentabilidad de los juegos de Square Enix. Kiryu anticipa que los detalles específicos de esta nueva estructura se darán a conocer en la primavera, con posibles acciones a partir de abril.
La revisión del proceso de desarrollo llega en un momento crucial para Square Enix, ya que responde al varapalo que ha supuesto el decepcionante rendimiento en ventas de Final Fantasy XVI. No hay datos actualizados, algo raro en la compañía para un juego como este, pero tras la primera semana en la que anunciaron haber despachado 3 millones de unidades, solo volvieron a mencionar que estaba cumpliendo con las expectativas. Ahora sin embargo, admiten que ha rendido por debajo de ellas y como uno de los principales motivos de la reestructura.
Square Enix se encuentra en una encrucijada, y la revisión de su proceso de desarrollo es una respuesta directa a los desafíos planteados por las insatisfactorias ventas de Final Fantasy XVI. El presidente Kiryu ha dejado claro que la mejora de la calidad de los juegos es una prioridad máxima. Esta iniciativa también sigue a la reciente absorción de estudios como Luminous Productions y Tokyo RPG Factory, con la esperanza de fortalecer aún más los recursos internos.
Además de una reestructuración organizativa, este cambio estratégico también planea implementar un nuevo mecanismo de control que permitirá a la empresa tomar decisiones sobre la calidad de un juego en etapas más tempranas del desarrollo. Esto podría ser una respuesta a las críticas anteriores sobre la calidad de los juegos en sus primeras etapas.