Aunque el terremoto pudo llegar por otros motivos, en el ámbito económico ayer fue convulso por la llegada de los aranceles de Trump. Sabemos que afectará a todo, pero en torno a los videojuegos también tendrá un impacto importante. Según la Asociación de Software de Entretenimiento (ESA) de Estados Unidos, estas medidas podrían tener un impacto real y perjudicial en la producción y el precio de los videojuegos y las consolas. Pese al importante progreso alcanzado por esta industria, sobre todo en aquel año pandémico, no se puede decir que la salud de esta industria esté en su mejor momento y esto puede ser la puntilla para muchas empresas.
Para generalizar el impacto inicial que tendrán estos aranceles, estos incluyen tasas del 10% en todas las importaciones, así como porcentajes mayores dirigidos específicamente a países como China, Vietnam y Japón, afectan directamente a los dispositivos tecnológicos. La fabricación de consolas depende de piezas provenientes de múltiples países, lo que significa que los productos están sujetos a tarifas compuestas que incrementan significativamente su costo.
Los aranceles de Trump podrían afectar a diferentes niveles y afectar a los precios globales en torno a la industria del videojuego
Los expertos también han advertido que los países afectados podrían responder con aranceles propios, intensificando las tensiones comerciales y dificultando aún más la situación para las empresas estadounidenses. Esta dinámica crea incertidumbre en la industria y complica la toma de decisiones sobre precios, producción y distribución. Uno de los casos más recientes de esta situación es el precio de la esperada consola Nintendo Switch 2. Según el Financial Times, el precio de $450 USD refleja la influencia de las tarifas comerciales en las cadenas de suministro. Nintendo, consciente de los desafíos, habría decidido establecer un precio que contemple el posible impacto de los aranceles en el futuro.
A pesar de las sugerencias de Trump de fabricar más productos en Estados Unidos, la ESA señala que realizar cambios tan radicales en los procesos de manufactura no puede ser un giro rápido ni improvisado. Las cadenas de suministro son complejas y requieren planificación estratégica para adaptarse a cambios significativos. La prioridad debe ser garantizar que las decisiones sean beneficiosas para los consumidores, las empresas y los empleados.
No podemos anticiparnos a lo que pasará, no obstante, los aranceles impuestos representan una encrucijada para la industria de los videojuegos. Las empresas deben navegar en un entorno incierto, buscar soluciones sostenibles y, al mismo tiempo, proteger sus intereses y satisfacer las demandas de los usuarios. El impacto de estas medidas nos recuerda la conexión intrínseca entre política y economía global, y cómo decisiones aparentemente aisladas pueden influir en sectores tan dinámicos como el de los videojuegos.