El informe de los resultados financieros de Ubisoft durante la primera mitad del año fiscal (abril-septiembre), nos deja unos detalles muy interesantes de las nuevas corrientes de consumo en la industria de los videojuegos. Entre ellas, que las microtransacciones dentro de los videojuegos se ha convertido en una de las grandes claves en la monetización de los títulos.
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En Ubisoft, el ‘gasto recurrente de consumidor’ (microtransacciones, dinero virtual, DLC, pases de temporada, etc.) ya supone más de la mitad de sus ingresos por venta de contenido digital. Durante esta primera mitad del año fiscal, los ingresos en ventas digitales de la compañía gala suman 342.6 millones de dólares, un 69% más que en el mismo periodo del año pasado. De estas ganancias, el 51% de los ingresos (174 millones de dólares), se debieron a gastos recurrentes, logrando un asombroso aumento del 83% respecto al mismo ejercicio fiscal de 2016.
La venta de juegos digitales recaudó un total de 168 millones de dólares, mejorando también las cifras anteriores. Del total de copias vendidas de South Park: Retaguardia en peligro, la mitad fueron digitales, mientras que en Assassin’s Creed Origins fueron de un 35%, muy por encima que su antecesor. Origins ha logrado vender durante su lanzamiento más del el doble de unidades que Asssasin’s Creed Syndicate. El CEO de Ubisoft, Yves Guillemot, afirmó que «oficialmente, Assassin’s Creed ha vuelto».
Estos datos de consumo resultan especialmete interesantes porque confirman un cambio de rumbo en las grandes compañías de videojuegos. El formato de venta digital se sigue abriendo paso cada año que pasa, y la nueva concepción del juego como servicio con compras integradas supone unos de los principales ingresos en la industria. Lo vimos en el caso de EA, y lo vimos con el cierre de Runic Games y Motiga.