La saga Call of Duty es mucho más que una simple franquicia de videojuegos; representa un viaje a través del tiempo, desde los conflictos más devastadores de la historia hasta guerras futuristas donde la tecnología es protagonista. Con el lanzamiento de Black Ops 6 y, para comprender el impacto que ha tenido esta serie en el mundo de los videojuegos, es esencial desglosar sus títulos en orden cronológico, situando cada entrega en su respectivo contexto histórico o futuro imaginado.
La Segunda Guerra Mundial: El inicio de todo
El primer juego de la serie, Call of Duty (2003), se lanzó en un momento en que los shooters en primera persona estaban marcados por la temática de la Segunda Guerra Mundial. Este título sentó las bases de lo que sería una de las sagas más influyentes del género. Aquí, los jugadores experimentaron la guerra desde la perspectiva de distintos aliados, ya fuera en el ejército estadounidense, británico o soviético.
El tema continuó en entregas como Call of Duty 2 (2005), World at War (2008) y Call of Duty: WWII (2017), que exploraron varios frentes del conflicto, desde el icónico desembarco en Normandía hasta las batallas del Pacífico. Estas entregas no solo fueron un reflejo de la historia, sino que destacaron por ofrecer una jugabilidad que puso énfasis en el realismo y la inmersión en el combate.
Guerra Fría y las sombras del espionaje
En 2010, la franquicia dio un giro radical con el lanzamiento de Call of Duty: Black Ops, que trasladó la acción a la Guerra Fría, un periodo lleno de intrigas y operaciones encubiertas. La narrativa de este juego giraba en torno a misiones secretas llevadas a cabo por fuerzas especiales, explorando temas de traición, control mental y espionaje.
La serie Black Ops se convirtió rápidamente en una de las favoritas de los fanáticos, ampliándose con secuelas como Black Ops II (2012), que, además de continuar la trama, introdujo una narrativa no lineal, dando al jugador la capacidad de influir en el desenlace.
El salto al futuro: Tecnología y distopía
Con el tiempo, Call of Duty no solo exploró la historia pasada, sino que también comenzó a especular sobre el futuro. Advanced Warfare (2014) e Infinite Warfare (2016) nos presentaron un mundo donde los exoesqueletos, armas avanzadas y la guerra espacial son una realidad.
Estos títulos representaron un cambio importante en la jugabilidad de la saga. Mientras que las primeras entregas se centraban en un combate más táctico y realista, las ambientaciones futuristas permitieron un enfoque más dinámico, con movimientos rápidos y habilidades especiales. Advanced Warfare, en particular, introdujo la movilidad vertical a través de los exoesqueletos, revolucionando la forma en que los jugadores se movían y luchaban.
La cronología interconectada
Uno de los mayores retos al intentar organizar los juegos de Call of Duty cronológicamente es la interconexión entre distintas líneas de tiempo y realidades alternas. Por ejemplo, Call of Duty: Ghosts (2013) se ambienta en un futuro cercano postapocalíptico, mientras que títulos como Black Ops III (2015) y Black Ops 4 (2018) llevan la serie aún más lejos en el tiempo, presentando escenarios que exploran la inteligencia artificial, las guerras cibernéticas y los conflictos entre humanos y máquinas.
De vuelta al presente: Modern Warfare
La subserie Modern Warfare ha sido uno de los pilares de la franquicia, comenzando en 2007 con Call of Duty 4: Modern Warfare. Estas entregas se centraron en conflictos contemporáneos ficticios, pero realistas, y tuvieron un profundo impacto en el género de shooters, con campañas llenas de momentos memorables y un multijugador que definió una generación de jugadores.
En 2019, la saga recibió un reboot con Call of Duty: Modern Warfare, reimaginando los eventos de la trilogía original con nuevos gráficos y una narrativa más madura que exploraba las complejidades de la guerra moderna. Las secuelas Modern Warfare II (2022) y Modern Warfare III (2023) continuaron esta historia, manteniendo su enfoque en operaciones especiales y misiones clandestinas.
¿Clásico o moderno? El futuro de la saga Call of Duty
Con la llegada de Black Ops 6 en 2024, los fans pueden volver a sumergirse en la Guerra Fría, esta vez en la década de los 90, cuando el mundo estaba al borde de un cambio monumental. Este título promete continuar con la compleja narrativa de la serie Black Ops, introduciendo nuevas mecánicas y posiblemente ampliando aún más los elementos de historia alternativa.
Mientras que Call of Duty sigue dominando el mercado de los shooters en primera persona, su capacidad para reinventarse y explorar diferentes épocas y futuros posibles ha sido clave para mantener su relevancia. Ya sea enfrentando las brutalidades de la Segunda Guerra Mundial, las tensiones de la Guerra Fría, o los campos de batalla del futuro, la franquicia ha logrado adaptarse a las expectativas cambiantes de los jugadores.
La cronología de Call of Duty es un viaje fascinante a través de la historia y la especulación futurista. Con cada entrega, la serie siempre ha buscado ofrecer algo nuevo, ya sea en términos de ambientación, narrativa o jugabilidad. La pregunta ahora es, ¿hacia dónde se dirigirá la franquicia en el futuro? Con Black Ops 6 ya disponible, parece que Call of Duty seguirá explorando nuevas historias y desafíos en los años venideros, asegurando que su legado continúe creciendo.