Esta semana se anunció el FPS Boost, una característica de Xbox Series X|S que sirve para doblar el framerate de los juegos sin necesidad de descargar ni actualizar ningún título. Esta función nos permite que podamos disfrutar de una selección de juegos al doble de fps (60 o 120) respecto a los que el título tenía inicialmente en Xbox One. Esta nueva característica de la retrocompatibilidad cuenta de momento con solo unos pocos juegos, pero se va a ir expandiendo próximamente.
Eso sí, parece que en algunos títulos este FPS Boost no aumentará solo el rendimiento del juego, ya que este aumento en el rendimiento iría acompañado de una rebaja en la resolución. Según comentó Jason Roland en el podcast de Colteastwood Xbox estudia reducir la resolución del sistema para utilizar el FPS Boost en algunos juegos, algo que vemos comprensible dependiendo de la versión y el juego, más si los desarrolladores de Xbox no van a tocar el código original. «Estamos haciendo todo esto tratando el juego como una caja negra para que no podamos cambiar el código fuente original«, dijo Roland.
Xbox estudia reducir la resolución del sistema para utilizar el FPS Boost en algunos juegos
De hecho Roland ha explicado a qué se debería esta medida y es porque el FPS Boost considera el juego como software de caja negra, de forma que desconoce lo que sucede en el código y solo tiene en cuenta la salida (lo que ofrece) el juego. De esta forma se pueden retocar aspectos del juego de forma externa y esta rebaja en la resolución sería -de hecho- una rebaja en la resolución del sistema, por ejemplo limitando el output de Xbox Series X|S a 1440p o 1080p.
«Estamos probando esos títulos. En algunos casos, hemos determinado que si reducimos ligeramente la resolución del sistema mientras el juego se está ejecutando, podemos llegar a duplicar la velocidad de fotogramas efectiva«, dice Jason Roland. «Este es un buen ejemplo de por qué hemos habilitado esta opción para el jugador, ya que algunos jugadores prefieren la resolución a la velocidad de fotogramas, y otros jugadores prefieren la velocidad de fotogramas a la resolución. Así que ponemos el control en manos del jugador».
Mientras que en algunos títulos de Xbox One se nos antoja absurdo que reduzcan su resolución ya que no cuentan con mejoras para Xbox One X, por lo que se ejecutan a 1080p como máximo, sí que hay juegos exigentes (véase Red Dead Redemption 2) que sí van a 4K. Así que un Red Dead Redemption 2 a 4K y 60fps ejecutado sin cambiar ningún aspecto del código del juego se antoja algo difícil.