La audiencia entre Microsoft y la FTC nos ha dejado en este penúltimo día de juicio datos impresionantes. Y es que se ha visto de primera mano el intercambio de mensajes entre Jim Ryan y Phil Spencer en lo referente a Call of Duty, y la conversación en sí no tiene pérdida ninguna ya que podemos comprobar toda la situación y los avances que estaban teniendo tanto Sony como Xbox en cuanto a este tema desde hace casi un año.
La información ha sido compartida en primicia por Tom Warren a través del medio The Verge. El equipo de periodistas atento al juicio, ha compartido las imágenes de los correos que se intercambiaron tanto Spencer como Ryan desde el día 26 de agosto del año 2022. Si echamos un vistazo a los propios correos, veremos que ambos jefes mantienen unas posturas bastante definidas a lo largo de la conversación:
Fuente: Tom Warren en Twitter
Fuente: Tom Warren en Twitter
Fuente: Tom Warren en Twitter
La audiencia entre Microsoft y la FTC ha dejado a la vista la conversación entre Jim Ryan y Phil Spencer a través de una serie de correos intercambiados desde agosto de 2022
Todo empieza con un mensaje de Phil Spencer al CEO de Sony. En este primer mensaje se deja clara la posición de Xbox y de Microsoft si el cierre de la compra de Activision se lleva a cabo. Spencer concreta que todos los juegos de Activision existentes se mantendrán también en las plataformas de Sony, incluyendo próximos juegos de Call of Duty hasta el 31 de diciembre de 2027.

De igual manera se deja claro que Xbox no tiene pensado hacer exclusivo ningún contenido de Call of Duty dentro de estas fechas. De igual manera y más tarde, la contestación de Jim Ryan celebra por una parte que esta es la decisión correcta, ya que dejar la saga Call of Duty disponible es la decisión más acertada para los usuarios y para la industria de los videojuegos en general. Para acto seguido decir que la postura inicial que tomó Xbox no fue la deseada y que despertó cierto desconcierto dentro de la propia Sony.
Según ellos las primeras decisiones y palabras de Xbox y Microsoft no respetaban los principios de igualdad ni a los consumidores. Sony quería que se respetaran dos principios, siendo el primero de estos el compromiso de disponibilidad de Call of Duty y otros juegos de Activision en la plataforma PlayStation con el objetivo de respetar a sus jugadores:
Para Sony es esencial aceptar que todos los títulos de Activision estarán disponibles en PlayStation independientemente de sus fechas de lanzamiento originales y tiene que tener una duración muy superior a solo unos años tras su lanzamiento.
El segundo principio aborda el alcance del contenido ya disponible en PlayStation. Ryan especifica que el primer término de la propuesta está diseñado para avanzar con el objetivo de satisfacer las expectativas de los jugadores al garantizar que todos los juegos de Activision acaben estando disponibles en PlayStation.

El segundo término está diseñado para evitar el trato desigual de los juegos de Activision en los servicios de suscripción, en referencia clara a Xbox Game Pass, al que recientemente catalogó como algo que perjudica a los desarrolladores. De igual manera Ryan quiso dejar claro un tercer término, que abarcaba el reconocer la realidad de que, una vez completada la adquisición de Activision, ésta no tendría que tener un gran impacto en el mercado financiero al estar ya unida en beneficio a Microsoft. También se abordaron ciertas cuestiones sobre Bethesda y su compra.

Extracto en el que Jim Ryan acusa a Microsoft de estar burlando sus propios principios y bases.
También merece especial mención una parte del correo de Ryan, en el que citaba que:
«Hacer los juegos de Activision disponibles en PlayStation después de que esos juegos estén disponibles en Xbox sería contrario al espíritu del compromiso de Microsoft de mantener los juegos de Activision en PlayStation, además de ser insatisfactorio para los jugadores.»